Dos de sus actuaciones serán encabezadas por las dulzaineras Elena de Frutos Manrique y Maria del Carmen Riesgo.
REDACCION | Miércoles 22 de octubre de 2014
El XXVI Certamen de Dulzaina y Tamboril José María Canfrán de Sigüenza va a rendir este año dos sentidos homenajes, el primero a la música folk femenina, puesto que han sido muy pocas las mujeres que se han dedicado a la música tradicional en las comarcas de las serranías guadalajareña, conquense, soriana y segoviana. Las investigaciones de los Dulzaineros de Sigüenza que organizan el evento en colaboración con el Ayuntamiento de Sigüenza han encontrado féminas que se han dedicado a la percusión, en Huete (Cuenca) o en Maranchón, pero muy pocas dulzaineras. SIGUE
El segundo reconocimiento es a la labor de la rondalla seguntina por la defensa que lleva haciendo desde hace más de sesenta años de la tradición musical de la ciudad. Van a ser tres de sus miembros fundadores, Angelita Tamayo, directora del originario grupo de danzas, y los inseparables Pepe Cerezo y Pedro Pardillo, quienes reciban la insignia de los Dulzaineros de Sigüenza. La insignia, cuyo diseño fue obra de José María Canfrán, seguntino que se dedicó en cuerpo y alma a la difusión de la cultura popular durante muchos años y cuyo nombre lleva el certamen, simboliza la iglesia de San Vicente, la hoguera del santo y la dulzaina y el tambor. Todos los años las hace el cincelador Mariano Canfrán.
El comienzo del festival está previsto para el martes, día 22 de enero, a partir de las 19:30 horas de la tarde, en el Auditorio de El Pósito. Están programadas cuatro actuaciones. Elena de Frutos Manrique es una dulzainera de Riaza. Su afición es absolutamente vocacional. Es sobrina del gran Pedro Manrique “el Reino”, un gaitero conocido de la comarca y de la Serranía de Guadalajara, que con Julián “el Percaro” visitaron mucho Guadalajara. Con 8 años comenzó a tocar la flauta dulce en el colegio y sus primeras melodías tradicionales.
Posteriormente, a los 16 años, recibió clases de dulzaina y percusión en Madrid de la mano de Félix y Teófilo Sánchez, Los Talaos. Al mismo tiempo, comenzaron sus actuaciones en público, sobre todo en la comarca Nordeste de Segovia, cumpliendo el compromiso de tocar en la fiesta del Pilar de Navares de Enmedio de 1992, con 17 años de edad.
Hasta el año 2002, tocó con distintos compañeros segovianos, jóvenes maestros como Daniel Cabello o Rodrigo Peñas y algunos mayores como Los Hermanos García de La Matilla, Vicente y Frutos Martín Blanco de El Cubillo o Antonio Gil de Matabuena. A finales de la década de los 90 amplió sus conocimientos y repertorio de la mano de Luis Barreno en la Escuela de dulzaina de la Diputación de Segovia y desde hace una década actúa con el grupo "Los Dulzaineros de Riaza". Con esta formación he recorrido numerosas localidades, sobre todo de Segovia, Madrid y Guadalajara, como el desaparecido "Son de aquí" de Laguna de Duero o en el XXVI Certamen Tierra de Pinares, de Aldeamayor de San Martín (ambos en Valladolid). Asimismo ha centrado sus esfuerzos en recuperar viejas melodías tradicionales de la zona de Riaza y ha organizado durante varios años un festival de dulzaina y música folk en la villa.
La cuellarana (Cuellar-Segovia) Maria del Carmen Riesgo será la segunda solista femenina que actúe en el XXVI certamen de dulzaina y tamboril José María Canfrán. Comienza sus estudios de dulzaina en la escuela de la diputación de Segovia con sede en Cuéllar en el año 1983 con los profesores Lorenzo Sancho Sanz, Crescencio Martín y José María de Andrés Maldonado. En 1988 compagina estos estudios con los de flauta travesera en los conservatorios de Valladolid y Segovia hasta el año 1994. Es miembro fundador de la Asociación Cultural y grupo de dulzaina y tamboril “Centro de Estudios Tradicionales A por ellos” de Cuéllar.
Participó con el Grupo de Dulzaina y tamboril del C.E.T. “A por ellos" en la grabación del disco "Música popular de la Villa de Cuéllar", editado por el Ayuntamiento de Cuéllar, con motivo del V Centenario de la Ordenanza Reguladora de los Encierros de Cuéllar en el año 2000. Participó con el Grupo de Dulzaina y Tamboril del C.E.T. “A por ellos" en diversos certámenes y festivales de música tradicional, tanto en Castilla y León, como en otras comunidades de la geografía nacional. Entre éstos, cabe mencionar la asistencia a varias ediciones del "Día de Dulzainero", de Burgos.
Carmen también es miembro fundador de la Asociación Cultural "Grupo de Danzas Bieldo", de Vallelado (Segovia). Desde los comienzos del Grupo, en 1986, ocupa el cargo de "directora artística" y participa directamente en la actividad del mismo como dulzainera y como miembro de la rondalla, tocando el laúd. Fue profesora de dulzaina en la Escuela de Navalmanzano (Segovia), desde octubre de 2001 a junio de 2005. En la actualidad es profesora de dulzaina de la Escuela Municipal de Música de Cuéllar, desde enero de 2002.
El cartel del año 2013 incluye también al grupo soriano Sochantría, que traerá a Sigüenza su gran despliegue instrumental y de recuperación de sones antiguos. Tocan la flauta y tambor, el pito y bombo charros, gaitas de El Bierzo, dulzaina tradicional, zanfona, rabel, guitarras, guitarrillos y gaita de fuelle, a las que les sacan el repertorio tradicional de sus zonas originarias. Es un grupo muy fresco y comprometido que dirige Fernando Oscar Pérez Arribas.
Cierran el cartel Los “Dulzaineros de Sigüenza” interpretaran varias piezas clásicas simulando un día de fiesta, comenzando por la diana, misa y procesión, baile, y una jota para finalizar.
Sobre José María Canfrán y la dulzaina en Sigüenza y Guadalajara (Según texto de Julio García Bilbao publicado por AACHE Ediciones)
José María Canfrán, en compañía de su redoblante, Carlos Blasco, comenzaron en 1986 de manera autodidacta y desinteresada a recuperar la dulzaina en Guadalajara, cuando ésta era apenas un vago recuerdo entre los mayores. A ambos les espoleó la tradición seguntina de San Vicente, y también quizá la cercanía, física y espiritual, de Segovia.
Comenzaron a acudir a todo tipo de romerías y fiestas y recuperar este ancestral sonido por toda la provincia, siempre con un claro aspecto reivindicativo respecto a la situación de abandono de nuestro medio rural, convirtiendo la dulzaina en el "grito agonizante" de muchos de nuestros pueblos, además de recuperar y trasmitir una parte de nuestras tradiciones. Los dulzaineros de Sigüenza, acompañados posteriormente por Juanjo Molina al bombo, llevaron la castellanidad de Sigüenza en numerosos festivales de dulzaina, aunque siempre la prefirieron en su contexto, el de las calles y plazas de nuestros pueblos, por pequeños que éstos fueran.
José María Canfrán fue un gaitero en el más amplio sentido de la palabra, alguien que se implicaba en la fiesta con todo respeto y que sabía sin que nadie se lo dijera, lo que tenía que tocar en cada instante. Era, por tanto, un gaitero a la antigua usanza. Empezó a tocar de manera autodidacta, escuchando a los que venían a Sigüenza y grabando cintas de las que aprendía compulsivamente. Su inquietud dio origen en el año 1988 al Certamen que lleva su nombre desde su muerte, tristemente acontecida en el año 2001. El empuje de Canfrán logró también que se abriera el Aula de la Dulzaina y Tamboril en Guadalajara que ha estuvo marcada en lo didáctico por el gran dulzainero y maestro que es Javier Barrio.
También gracias a Canfrán en el año 1997 comenzó la Escuela de Dulzaina de Sigüenza por la que han pasado profesores, el propio Barrio incluido, como Antonio Trijueque, Juan José Molina tocando el tambor, Valentín Pérez Pezuela y Valentín Serrano. Este personaje tan querido por la ciudad es el responsable de que se haya mantenido la tradición por la dulzaina en nuestra provincia. Casi todos los actuales miembros de la Asociación son discípulos suyos. La consolidación del festival en veintiséis ediciones ininterrumpidas y la escuela de dulzaina son el mayor homenaje que su ciudad puede hacerle al gran José María Canfrán.
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