OPINIÓN

En memoria de la poeta María José Rojo

Cartas al Director

Miércoles 22 de octubre de 2014
Descanse en paz sor María José Rojo, osh, recién llamada al Cielo en Yunquera. Dios, de su corazón, sabe más maravillas que nosotros; pero la finura de trato, la sencillez y una mansedumbre sierva se abrían paso sin querer; y en las cartas se ve la limpia alma que era. Llevó su enfermedad con paz y un "sí" perseverado en gracia. No quería oír de sí "excelsa poeta"; ni casi "poeta"; pero lo era en la Belleza, y con verso verdadero y refinado. Haz de tus silencios canto, / y canta sin decir nada; / el que es Palabra de Dios / la ha pronunciado en tu alma. Hay en su poetizar una tan simplicísima transparencia de agua, que sólo puede pensarse inspirada y huésped de la verdad que es belleza. Nada de literatura, sino de letras en sus transfiguraciones; religión pura, ligazón de amor a Dios soportada en un deletreo límpido. SIGUE

Al otro, en sus cartas, le llamaba hermano. Hablar de Dios y de poesía en fraternidad ha sido mucho cielo sobre la tierra.


JUAN MIGUEL DOMÍNGUEZ PRIETO

Guadalajara

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