“Para ser ganadero hay que tener la cabeza fría y la mano en el corazón”

La bravura no es sólo cosa de hombres, desde las toreras que participaron en la Exposición Universal de París (1889) hasta las ganaderas, toreras y rejoneadoras de hoy, las mujeres han ocupado un sitio en la fiesta. Nuria Bargueño, una joven ganadera, con una afición loca por el toro y un exigente criterio, lleva actualmente en sus manos los designios de El Álamo.

Entre Colmenar Viejo y Cerceda, en pleno Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, nos encontramos con una ganadería de puro origen Carlos Núñez, con más de veinte años de historia y con una colección de toros y novillos de ensueño para el 2011. Las Dehesas de los Vallejos, la finca que compró Modesto Bargueño a mediados de los ochenta para situar la ganadería de El Álamo, son tierras de fina hierba y agua abundante para el ganado, con varios arroyos y un embalse que abastece todos los cerrados, zonas de abrigo para los animales para el frío invierno de la sierra madrileña, cercados limitados con traviesas, instalaciones funcionales y bien situadas y una preciosa plaza de tientas. Nuria Bargueño (Madrid, 1970) dice tener la ganadería en la mano y mantener el modelo de gestión y selección ganadera que le inculcó su padre Modesto.

Guadanews ¿Cuándo se formó la ganadería?
Nuria Mi padre compró la ganadería en 1982 junto a otros dos socios, Luis Arquillos y Manuel Hurtado (ahora propietario de El Retamar). En su día variaron el hierro y la formaron con setenta vacas de Carlos Núñez, de origen Rincón y Villamarta, pero fue en 1990 cuando mi padre se queda como único propietario y empieza a seleccionar como él quiere. Yo empecé a ayudarle y a estar como representante cinco años después con todas las consecuencias que conlleva esa responsabilidad: manejo, selección, ventas, sanidad… Una ganadería es un mundo.

GN ¿Qué te inculcó tu padre?
N Sobre todo, el amor y el respeto al toro y al campo. Una pasión y una entrega extraordinarias. Siempre me decía que no me aburriera y que tuviera un afán de superación y mejora diarios, con respecto al juego de las vacas en los tentaderos y al de los toros en la plaza.

GN De las tres cualidades necesarias para ser buen ganadero, la afición desmedida por el toro, el conocimiento del encaste y el acierto a la hora de la selección, ¿qué es lo que más valoras?
N Creo que lo más importante es la selección, porque depende de ella los productos venideros. Doy por hecho que para ser ganadero es necesario tener muchísima afición, vocación, y conocer el encaste que tienes entre manos, y por eso la selección hay que cuidarla con esmero, con criterio, aunque a veces también hay que dejar guiarse por la intuición. Eso sí, siempre hay que tener la cabeza fría y la mano en el corazón, porque así acertaras en mayor medida a la hora de la selección. Por lo menos, a mí me ha ido bien hasta el momento.

GN ¿Qué tipo de toros buscas en El Álamo, Nuria?
N Un toro que nunca, nunca, se salga de lo que siempre ha sido Núñez; o sea, un toro muy armónico y muy bien hecho, bajo de agujas y con las manos cortas, descolgado y con largo cuello, y con la cara suficiente para que quepa en la muleta. Y, por supuesto, que sea bravo y noble en los engaños. Y así quiero seguir.

GN ¿Qué ves que tiene de especial lo de Núñez?
N Un tranco de más, un paso más, en la muleta; un punto más de clase al fin y al cabo. Pese a que sale muy frío, después se va calentando y se define pronto. Es un tipo de toro con una bravura muy enclasada y una profundidad tremenda en las embestidas. Fíjate que aun refrescando con un par de sementales de Los Guateles, que en su día le compró mi padre a Litri, se sigue viendo claramente el comportamiento Núñez.

GN ¿Tu primer gran éxito, lo recuerdas?
N Lidiamos en pocas plazas de primer orden, porque nuestro objetivo es conservar las hechuras Núñez de siempre, así que nuestro mercado son las plazas menores. Nos encontramos más a gusto y, aunque tenemos la misma responsabilidad, preferimos defender la identidad del encaste a traicionarnos. Recuerdo algunas corridas que lidiamos en Pareja y en Albares que, sin ser plazas importantes, para nosotros fueron triunfos que nos daban la razón y nos permitían seguir adelante con ilusión.

GN ¿Y qué conclusiones sacas de la temporada 2010?
N Hemos lidiado un par de corridas, en Cebreros y Robledo de Chavela, y una novillada sin picadores en Soto del Real. Las corridas podían haber sido mejores, pero queremos mejorar estos resultados.

GN ¿Por qué no habéis dado aún el paso a plazas grandes?
N Porque no queremos. No nos preocupa, ni a mí ni a mis hermanos, que también me echan una mano cuando lo necesito. Además, como te dije antes, no quiero sacar la ganadería de tipo y lo más seguro es que nos dejaría de embestir como ahora lo hace.

GN ¿Instinto de conservación?
N Por supuesto. Ahora se reclama un tipo de toro grande y con volumen, con un trapío que no soportaría mi ganadería. Si empiezo a seleccionar el toro alto, con extremidades largas y caras exageradas, para poder lidiar en Madrid y pego un petardo… ¿Qué hago? ¿Dónde vendo el resto de los toros? No tendría ningún sentido. No nos interesa. Se trata de cuidar la selección, que no siempre sale como quieres.

GN ¿Cuántas vacas reproductoras hay ahora en la ganadería?
N Casi ochenta. Como ves es un número muy reducido. Pero no queremos más. De la última camada de erales me acuerdo que me quedé con sólo tres o cuatro, de casi treinta. Con eso te digo todo.

GN ¿Cómo haces los lotes de vacas?
N Tengo tres lotes cada uno con un semental. Ahora las vacas puras de Núñez las tengo con un semental de Los Guateles y las vacas que mayor índice que tienen ahora de Los Guateles están ahora con un semental de Daniel Ruiz. Como ves, evitamos consanguinidad y refrescamos con varias sangres al ser una ganadería muy corta.

GN ¿Lleva mucho quebradero de cabeza todo esto?
N Sí, pero costó más en su día cuando todavía estaba por hacer. Ahora ya están más o menos hechos los lotes.

GN ¿Tienes algún objetivo especial para los próximos años?
N En cuanto a la selección voy a intentar buscar más casta, pero siempre teniendo en cuenta que sean toreables y que saquen muchísima clase. No quiero ningún toro con falta de entrega, porque al final acabas yendo a la mansedumbre. Me gustaría, tal vez, volver a lidiar de novilladas en algunas plazas de primera categoría en las que no hace mucho tiempo logramos importantes triunfos. Como por ejemplo en Valencia y en la Monumental Barcelona.

GN Esto es todo por afición, ¿no?
N Por supuesto. Aquí nadie regala nada.

GN ¿Te es difícil manejarte en un mundo dominado por hombres?
N Para nada, aunque a lo mejor estoy acostumbrada a las dificultades que impone la ganadería. Me siento muy respetada por todos, pero creo que la gente te la ganas a base de ser persona y nada más.

Texto: Carlos Arévalo Nonclercq