Nuestra provincia aumentó el gasto en Lotería de Navidad un 5% el pasado año, esquivando la tendencia negativa del resto de España. Cada alcarreño se gasta, de media, 53 euros en el sorteo de Navidad
CRISTINA TOLEDANO | Miércoles 22 de octubre de 2014
El día 22 de diciembre, con el sorteo de Navidad, España entera da tradicionalmente el pistoletazo de salida de las fiestas más familiares del calendario. Los niños, a punto de terminar el colegio y con la mente llena de regalos y juegos, mientras que los papás pasan la mañana delante del televisor esperando que los infantes de San Ildefonso pronuncien con su voz celestial el número que dé solución a todos sus problemas económicos. La imagen del día, sin duda, es la de familias enteras descorchando botellas del mejor champán francés a la puerta de sus casas, una vez se han dado cuenta de que les ha caído el Gordo.
Es un día de felicidad para unos pocos y de resignación para muchos. El sorteo de Navidad es, sin duda, el más popular del año y son pocos los que no juegan, aunque sea una papeleta. Pero lo cierto es que cada guadalajareño hace un gasto medio de 53 euros en lotería para este sorteo tan especial. Contradiciendo a la tendencia nacional, en nuestra provincia se ha incrementado este año el gasto casi un 5% este año, lo que demuestra que confiamos en la suerte para salir de la crisis. De hecho, los ciudadanos de Guadalajara invierten en el sorteo de Navidad más de 12 millones de euros, una cifra nada despreciable para nuestra población. Sin embargo, la suerte no tiene a bien acompañarnos en la mayoría de los casos, e históricamente el Gordo no se ha dejado ver mucho en nuestra provincia. Solo en el año 1970 el primer premio cayó en la capital guadalajareña, y muchos años antes, en 1852, lo hizo en Molina de Aragón. Localidades como Madrid o Barcelona son las que más premios han obtenido en los 199 Sorteos de Navidad celebrados hasta la fecha, un dato que tiene que ver con la población de estas ciudades, y no significa que sean ciudades con mayor fortuna que el resto. Se trata de destinos que reciben multitud de visitantes cada día, y no son pocos los que deciden adquirir un décimo con la esperanza de que el azar los bendiga, aunque sea, con una pedrea.
Las voces de la suerte
Los orígenes del Colegio de San Ildefonso datan de 1543, año en que Carlos V concedió una Real Cédula que dotaba al Colegio de los bienes precisos para atender a sus fines. Desde esta fecha, la Institución siempre ha estado bajo la tutela del Ayuntamiento de Madrid. Su objetivo es corregir las desigualdades sociales y colaborar con la educación y la formación de los más jóvenes. De este centro proceden los pequeños que ponen su voz al servicio del sorteo de Navidad gracias a un convenio firmado por el Ayuntamiento de Madrid con Loterías y Administraciones del Estado (LAE). Para actuar en los sorteos de la Lotería, se selecciona a aquellos o aquellas que tienen buen timbre de voz y pronunciación clara, a los que se ejercita para la fácil y rápida lectura de los números y se les adiestra en el manejo de las bolas de los sorteos mediante ensayos continuos con material que la Lotería Nacional pone a disposición del colegio. Sin embargo, durante el gran día los nervios están a flor de piel y no son raras las equivocaciones (y rectificaciones) de los protagonistas de esta grandiosa puesta en escena.
... y después ¡El Niño!
Si el sorteo de Navidad marca el inicio de las navidades, el de El Niño confirma que toca volver a la normalidad. Con este entrañable sorteo, institucionalizado en 1941 por el entonces Director General de Timbre y Monopolios, ha logrado, año tras año, enraizarse entre la población española como un gran acontecimiento. A partir del rotundo éxito que supuso el primer sorteo celebrado, antes de la Epifanía del Señor, se decidió al año siguiente, en 1942, transformarlo en sorteo extraordinario. Tradicionalmente, se celebraba el día 5, y no fue hasta el año 1999 cuando se decidió celebrarlo el propio día de Reyes.
La niña bonita
Al adquirir un décimo de lotería, los números parecen querer comunicarse con el comprador. Hay números que nos parecen “más bonitos” y otros sencillamente, no gustan. Lo cierto es que determinadas combinaciones salen con más frecuencia que otras, una circunstancia que se debe principalmente al destino o al azar. De hecho, las terminaciones más repetidas a lo largo de la historia son el 85, el 75, el 64 y el 95. También resulta curioso el hecho de que en dos ocasiones el primer premio se haya repetido y que cifras consecutivas hayan resultado premiadas en años distintos. Bien mirados, todos los números son bonitos. Sobre todo si tocan. ¡Buena suerte! ◆
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