El partido disputado el domingo por la tarde cerró la primera vuelta de la liga. El pabellón alcarreño esperaba con incertidumbre y emoción una victoria con la que despedirse del año 2010, pero no fue así, el rival, Amaya Sport mantuvo el nivel muy alto, haciendo imposible que el Quabit le dedicara, como regalo de Reyes, una victoria a la parroquia de Guadalajara.
El Quabit empezó mejor el choque,con más intesidad y acierto, pero los antonianos no tardaron en despertar. Alberto Aguirrezabalaga, desde su extremo, no dejó pasar la ocasión de marcar en las dos ocasiones que tuvo y la defensa, una vez asentada propició dos contraataques que dieron al Amaya Sport la primera ventaja clara, a los diez minutos: 3-6. A pesar de ello los de Bolea lograron un parcial de 2-0 (8-10) que volvería a poner las cosas muy igualadas. Sin embargo y a decir verdad, la primera mitad del encuentro fue francamente buena para los visitantes, que se mostraron como un equipo muy equilibrado, que dirigidos por Niko Mindegia lograron llegar al descanso con una cómoda ventaja (12-16).
El parcial de 3-0 con el que comenzó el conjunto de Fernando Bolea en la segunda parte, supuso un duro golpe para los de Pamplona, que veían como en pocos minutos, se esfumaba la renta de cuatro tantos con la que se habían marchado al descanso. El luminoso reflejaba entonces un 16-17 emocionante. Rudovic fue el protagonista en la remontada local venciendo en su duelo particular a Ristanovic. No tardaron en reaccionar los antonianos, gracias en parte a los contraataques bien finalizados, a un Ristanovic que despertó y a las pérdidas de balón de los guadalajareños (hasta 20), el Amaya Sport devolvió la tranquilidad a sus filas con un parcial de 2-9 que ponía la máxima diferencia en el marcador para los de Apezetxea (18-19). Nada pudieron hacer los de Guadalajara que, a pesar de que no tiraron la toalla y le endosaron un último parcial de 4-0 a San Antonio, no pudieron evitar que los dos puntos se fueran a Pamplona. ◆ 1