Un año luchando por las tiendas de barrio

Se organizan a través de las redes sociales y su único objetivo es ayudar a las tiendas pequeñas, ahogadas por la crisis, la subida de impuestos, los grandes centros comerciales y la bajada del consumo a minoristas. El movimiento ‘cashmob’, que llegó a España hace un año, ya ha realizado más de veinte convocatorias y ayudado a más de cien modestos empresarios. Las personas que participan eligen un establecimiento en apuros económicos o una zona de tradición comercial y realizan una compra solidaria para potenciar el negocio local. SIGUE

Los pequeños comerciantes se afanan por sobrevivir a la crisis y no cerrar los establecimientos que, en muchos casos, han adquirido por legado familiar. Las ventas de los minoristas han retrocedido en un 10,9 por ciento en marzo, comparado con el mismo mes del 2012, por lo que ya son 33 meses de descensos, según el INE. Muchos se han visto obligados a colgar un cartel de “se vende” en la puerta de sus negocios y otros multiplican sus esfuerzos en busca de soluciones creativas e innovadoras.
“No creo que me toque porque nunca he tenido suerte en la vida”. Estas fueron las palabras que pronunció Pina Gaetta cuando le informaron de que su floristería, situada en Benidorm (Alicante) y a la que todo el mundo conoce como la italiana, había sido seleccionada para recibir una convocatoria cashmob de la que días más tarde sería protagonista. El pasado 19 de marzo, unas treinta personas llegaron a su tienda para hacer compras simbólicas que, sin embargo, le “solucionaron el mes” gracias a unos ingresos extra de unos trescientos euros. “Fue un día maravilloso. Desde que murió mi marido, hace año y medio, no había tenido un día tan especial”, recuerda con voz entrecortada Pina, que a sus 66 años y enferma de cáncer no puede jubilarse porque debe pagar 650 euros de hipoteca al mes. Como la mayoría de los comercios a los que se les hace este homenaje, ella no sabía en qué consistía.
“Es como un ‘flashmob’, pero en vez de organizar una performance, se moviliza a la gente para hacer una compra masiva y solidaria a un comercio local –aclara Manuel Pulido, uno de los organizadores–. Decidimos escoger la zona centro y nos convocamos a las 12 de la mañana. Íbamos con cartulinas y globos y pedimos a la gente que llevara una idea. Uno de los asistentes propuso la floristería de Pina, que sigue trabajando de una forma precaria”. Manuel Pulido conoció en un curso formativo a José Juan Muñoz, el fundador de Cash¬mob Spain, la plataforma que orienta las convocatorias de apoyo en España. Las reglas son sencillas: para los participantes, realizar una compra solidaria, interrelacionarse y divertirse; para los establecimientos, ser un negocio independiente, tener un stock económico, permitir el acto, participar en el próximo de la zona y compartir la experiencia libremente
Reportaje completo en la revista interviú y en la Edición Digital en PDF: http://pdf.interviu.es