Miércoles 22 de octubre de 2014
Ryanair quiere ofrecer vuelos de bajo coste entre Europa y Estados Unidos, retomando el modelo low cost de larga distancia. Michael O'Leary, el CEO de la empresa, ha adelantado que los precios serían a partir de los 10 euros o 10 dólares, sin incluir el equipaje extra, impuestos o cargos adicionales. SIGUE
Pero hacerlo supondría una transformación total en la forma de actuar de la polémica aerolínea irlandesa, un cambio para entrar en un mercado de dudosa rentabilidad. Ryanair cobrará por subir ensaimadas o tartas de Santiago a sus aviones.
"Esto será una oportunidad única para impulsar los servicios transatlánticos. Las tarifas transatlánticas deberían empezar en los 10 dólares o 10 euros", aseguró O´Leary el miércoles en el Paris Airshow. O'Leary reconoció que un servicio de estas características podría tener una oferta premium como los que ofrece las aerolíneas de larga distancia asiáticas AirAsiaX y Scoot.
El empresario irlandés ya expresó su deseo de lanzar un servicio en el que se pudiera viajar de Europa y EEUU en 2007. Pero casos como el de Laker Airways que decidió organizar vuelos de Londres a Nueva York en los 70, y acabó en bancarrota en 1982, ha hecho que se reflexione de forma profunda sobre este tipo de vuelos. Intentar cuadrar el presupuesto es uno de los grandes problemas para los servicios de vuelo a larga distancia.
Las propias lineas asiáticas a las que se refiere el consejero delegado de Ryanair están teniendo problemas de rentabilidad. La malaya AirAsia X ha tenido que eliminar los vuelos entre Kuala Lumpur y Londres y París por el coste del combustible y por la competencia de aerolíneas que ofrecen todos los servicios, como Emirates.
Asimismo, ha tenido que eliminar las conexiones con la India por los altos impuestos. Competencia, precio del petróleo y gobiernos suponen tres costes externos a las aerolíneas que pueden tumbar un negocio con pocos márgenes.
Ryanair tendrá que cambiar radicalmente
En cualquier caso, si Ryanair decide dar el salto a los vuelos transatlánticos tendrá que cambiar muchas cosas. El propio O´Leary reconocía que tendría que cambiar su flota: además de ampliarla a entre 30-50 aviones para aprovechar las economías de escala, debería comprar aviones más grandes.
Además, necesitaría conseguir acceso a más ciudades tanto en EEUU como en Europa. "Hay una oportunidad con el acuerdo de cielos abiertos entre la UE y EEUU para, a gran escala, conectar 15-20 ciudades europeas con 15 grandes ciudades estadounidenses casi desde el primer día. Pero necesitas una flota de 30, 40, 50 aviones y no dos, cuatro o seis".
Otro de los grandes cambios sería el modelo de negocio. Actualmente, Ryanair ofrece vuelos baratos en vuelos de alta intensidad sin diferencia de clases. En un servicio de largo recorrido, los pasajeros tendrían que pagar por "extras" como mejores sitios, y podría incluir un servicio premium al estilo de las asiáticas.
De hecho, el cambio sería tal que el propio O´Leary reconocía que de lanzarse a este mercado de largo recorrido, debería crearse una división aparte para tener éxito, con directivos y empleados distintos para que los actuales puedan seguir centrándose en el modelo actual.
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