UGT denuncia que las trabajadores de la residencia de Sacedón llevan desde febrero sin cobrar

La Federación de Servicios Públicos de UGT (FSP-UGT) ha denunciado la situación que vive la plantilla de la residencia de mayores “La Concordia”, perteneciente a la Fundación Mensajeros de la Paz, en Sacedón, tras llevar cinco meses sin cobrar y la paga extra de verano. SIGUE

“Muchos de estos trabajadores, en su mayoría mujeres, se encuentran al borde del abismo al no poder hacer frente a los pagos corrientes y no comparten la justificación que se pretende dar desde la empresa a estos impagos aludiendo a que ellos tampoco reciben la subvención de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha”, han señalado desde UGT.

La situación afecta a una decena de trabajadoras, entre auxiliares, limpiadoras y la directora de la residencia. No es la primera vez que se enfrenta a retrasos en el pago de sus nóminas. Han tenido que denunciar a la empresa en varias ocasiones y están dispuestas a llegar donde sea preciso para “defender nuestro puesto de trabajo y nuestro salario. Tenemos que comer y si la situación sigue en esta línea no podremos resistir mucho más”, asegura la delegada de Personal de UGT, Vanesa García, de UGT.

“Con decirnos que la Junta no les paga tienen bastante, pero lo cierto es que el problema es nuestro y los recibos siguen llegando. Pedimos a la empresa que cumpla con sus obligaciones”, añade García.

Sin embargo, pese a ello, las trabajadoras aseguran que su desesperación e impotencia no está afectando “para nada” al servicio que llevan a cabo en esta residencia, donde viven 24 ancianos, los cuales han manifestado su solidaridad con la plantilla porque “son conscientes de que la situación que vivimos es muy complicada. También están cabreados porque no nos pagan, pero no por ello hemos dejado de cumplir con nuestro trabajo, los mayores no tienen culpa de nada”, incide la delegada sindical.

Desde FSP-UGT exigen a la empresa la constitución de una mesa de negociación y “que ponga una solución a la penuria que viven estos trabajadores, que pese a que llevan casi medio año sin cobrar, siguen al pie del cañón, cumpliendo con su trabajo, algo que es elogiable y digno de admiración”.