Lío entre las mujeres de Pep Guardiola y TIto Vilanova

Cuando el 27 de abril Sandro Rosell anunció que Tito Vilanova relevaría a Pepe Guardiola al frente del banquillo del Barcelona, nada hacía presagiar que apenas un año después los dos técnicos se enzarzarían en una mediática batalla. SIGUE

Si bien es cierto que todo el mundo captó la mueca torcida de Guardiola ese día, se pensó que sólo se sentía destronado, que se debía a que Tito le había robado ese protagonismo en aquella jornada tan importante para él: su despedida del club azulgrana. Pese a que poco después ambos se elogiaron en sus respectivas ruedas de prensa, ya nada volvería a ser lo mismo y aquella estrecha amistad que iniciaron siendo unos niños se hizo una brecha difícil de coser.

La enfermedad de Tito no hizo más que empeorar las cosas y el tiempo y la distancia se encargó de quebrar del todo una relación que explotaría cual bomba de relojería la pasada semana cuando Guardiola en rueda de prensa cargó contra la directiva del club blaugrana asegurando que utilizaron la enfermedad de Tito para hacerle daño. Además añadió que de no ser ciertas sus palabras, se apresuraran a desmentirle. Y dicho y hecho. Tito no ha tardado en responder al que aún llama “amigo” y le acusa de no haber estado a la altura que exigen 28 años de amistad. Dice que mientras se sometía a duros tratamientos de radioterapia y quimioterapia, no recibió el apoyo que esperaba por parte del de Sampedor

Entre tanto hace unos días entraba en escena Salvador Sostres (El Mundo) que en una de sus columnas se hacía eco de una gran bronca que tuvo lugar en Nueva York entre las dos mujeres de los técnicos, otroras grandes amigas. Se encontraron casualmente paseando por un parque de Manhattan y Montse Chaure con duras palabras, tono elevado y sin poder reprimir lo que pensaba reprochó a Cristina Serra que ella y su marido no se dignaran a visitar a Tito en los momentos más cruciales de su grave enfermedad, cuando estaba hospitalizado en el Memorial Sloan Kettering de Nueva York y Guardiola disfrutaba de un año sabático en la Gran Manzana. Habían sido casi 30 años de amistad, demasiados para que Chaure entendiese, porqué el ahora entrenador del Bayern de Munich, no se había comportado como debiera en el último año olvidándose del compañero con el que había crecido desde que el fútbol se cruzase en su camino.

Si los dos hombres se han enzarzado en un pelea que retransmiten los micrófonos de las ruedas de prensa, ellas han sido más directas y han protagonizado un duro enfrentamiento cara a cara que ya colma el vaso de las diferencias entre Tito y Pep.

Unas diferencias que también se interponen entre Montse y Cristina.

Montse es diseñadora gráfica y siempre ha huido de los focos. Conoció a Vilanova cuando sólo tenía 18 años y se casaron 6 años después, en 1992 y desde entonces le ha acompañado allá donde su carrera futbolística le ha llevado. Más tarde tendrían a sus dos hijos: Carlota, de 19 años que estudia Dirección y Administración de Empresas en ESADE (La notoria universidad donde se graduó Iñaki Urdangarin) y que ha heredado la belleza de su madre, y Adriá de 15, que como no podía ser de otra manera juega en las categorías inferiores del Futbol Club Barcelona.

Cristina por su parte, también ajena a la popularidad de la que goza su marido, conoció a Pep cuando aún no había cumplido los 19 años en la tienda de ropa multimarca que regentaban sus padres en Manresa, Sierra-Claret. Con el tiempo ella y su hermana se harían cargo de la tienda, confirmando que Cristina es un gran amante de la moda tal y como demuestran sus estilismos y los de su marido, siempre en el punto de mira por sus trajes refinados y sus corbatas estrechas. Antes de relevar a sus padres en el negocio, Serra empezó una carrera como actriz que pronto abandonaría cuando Pep se cruzase en su vida.

La pareja tiene tres hijos: Marius de 11, María de 9 y Valentina de 4. Está última llegó al mundo el mismo día que Guardiola supo que estaría al frente del equipo azulgrana en la próxima temporada. El 6 de mayo de 2008, Laporta envió a Matra, miembro de la directiva del Barça y gran amigo de Pep, a la cínica Dexeus para que le felicitase por su nueva paternidad y le diera, ya de paso, la gran noticia. Como Chaure, ella siempre ha seguido los pasos de su marido y cuando ha tenido que trasladarse a otros países para hacerlo no ha dudado en aparcar su negocio.

Guardiola y Vilanova se conocieron en la Masía, la cantera del Barça, y pronto se convirtieron en dos grandes amigos. Por ende sus respectivas mujeres también cuajaron y los cuatro han compartidos grandes momentos juntos haciendo planes en familia que ya nunca volverán a repetirse.