El benjamín de la gama de la marca de los cuatro aros ya circula por nuestras carreteras
J.Andrés Merino | Miércoles 22 de octubre de 2014
Cuando un coche entra por los ojos es muy fácil hablar de él. Pocos coches acaparan tantas miradas como el A1. Tal vez sea por lo acertado de su pintura bicolor, o por lo acertado de su diseño o…. incluso por lo llamativas que son sus llantas…..
Esperado por muchos, el benjamín de la gama de la marca de los cuatro aros ya ha llegado. Un vehículo que por dimensiones se mueve como pez en el agua en el tráfico urbano, pero que tampoco le vienen grandes las excursiones de fin de semana. Apto para cuatro personas, con un maletero aceptable, se puede convertir en el compañero ideal.
Cuando un coche entra por los ojos es muy fácil hablar de él. Pocos coches acaparan tantas miradas como el A1. Tal vez sea por lo acertado de su pintura bicolor, o por lo acertado de su diseño o…. incluso por lo llamativas que son sus llantas…..
PARA MI
Audi con el A1 se una a la moda de personalizar el coche con los más mínimos detalles. Puede ser joven, valiente, moderno, refinado, atractivo…. todos los adjetivos que nos imaginemos son posbiles… Asi es el nuevo A1: personal y único.
Con 3.95 metros, como hemos comentado anteriormente, es el rey de la ciudad y puede dar pie a pensar que la habitabilidad va a ser algo escasa. Nada más lejos de la realidad. Las dos plazas delanteras cumplen sobradamente su objetivo en cuanto a comodidad y amplitud. Las traseras son algo más escasas en habitabilidad pero en ningún momento podemos decir que son incomodas o justas.
Pero todo esto se nos olvida a la hora de sentarnos a sus mandos. Algunos pueden pensar que el A1 es algo caro, pero cuando estás montado en él, pronto este pensamiento desaparece y se transforma en " es normal que cueste eso…. con la calidad de acabados que tiene….". El habitáculo esta elaborado con materiales de gran calidad y un excelente ajuste y disposición. Algunos de sus elementos recuerdan a los de sus hermanos mayores de gama. La unidad de pruebas que Audi puso a nuestra disposición disponía de Navegador, volante multifunción, cambio con levas en el volante…. Si a la excelente calidad de acabados le unimos todos estos "aditamentos" , el confort y la calidad de vída a bordo están asegurados en todo momento.
UN JUGUETITO
La motorización que equipaba nuestra unidad de pruebas es la 1.4 TFSI de 122 caballos y equipado con la caja de cambios Stronic de 7 velocidades. Un auténtico caramelo para endulzar nuestros kilómetros. En ciudad, el cambio automático es una auténtica delicia. Colocado en la posición D la rumorosidad es mínima y la facilidad de conducción es patente en todas las situaciones, además el par máximo, 200 Nm se encuentra disponible entre 1.500 y 4.000 rpm. Se supone que en la posición D la respuesta del motor es más suave y los cambios se hacen a menos revoluciones, pero el pequeño A1, aun en esta situación es capaz de "hacer ruedas" a la salida de cualquier semáforo.
Dejamos atrás la ciudad y por autovías seguimos en la posición D. Mantenemos un crucero "legal" y la comodidad de marcha es muy alta, pero pronto advertimos que la suspensión está pensada para disfrutar de ella. Es enérgica y las ruedas de perfil bajo ayudan a que esa sensación aumente.
Por fin llegamos a una zona de curvas, con el asfalto en regular estado y es como si el A1 se "pusiera contento". Cambiamos la posición de D a S y bufff… como cambian las sensaciones. Los cambios se hacen rápidamente y pronto las curvas se van acercando a demasiada velocidad. En este punto es donde agradecemos la "energía" de las suspensiones y la eficacia de los frenos. Es impresionante el comportamiento que tienen. Sobresaliente. Pero aquí no termina el "dulce". Nos olvidamos del cambio automático y empezamos a funcionar en manual, bien con la palanca, bien con las levas en el volante. Una auténtica maravilla de funcionamiento y efectividad.
Otro de los aspectos que también nos ha impresionado en este A1 es el consumo. En nuestra prueba, algo menos de 500 km por todo tipo de recorridos el consumo se ha parado en poco más de seis litros. El homologado UE es de 5,1 y 5,4 litros cada 100 km.
Con todo esto podemos decir que en la ciudad se mueve como pez en el agua y cuando queremos sacarle las cosquillas apretando el acelerador, también se defiende con gran soltura. Un rey en la ciudad y un caramelo en las carreteras de montaña.
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