Un sueño hecho realidad, Bodegas Río Negro

En Cogolludo hablar de vino es hablar de una apuesta, de una ilusión que convirtió un sueño en una de las marcas de mayor calidad y prestigio de la provincia de Guadalajara. Y es que Río Negro se ha convertido en un producto selecto, no a la venta en cualquier sitio, que ha devuelto a Cogolludo al terreno del juego del vino. Todo parte del ahínco y el trabajo de la familia Fuentes que decidieron ponerse el mundo por montera y apostar por recuperar la tradición vitivinícola de la zona en su finca de 600 hectáreas. SIGUE

La finca se encuentra enclavada en estribaciones de la Sierra de Ayllón, junto a los pueblos de la Arquitectura Negra. Cuenta con 42 hectáreas de viñedos situados a 1000 metros de altitud, desafiando los límites tradicionales de cultivo y rodeados de bosques de robles, encinas, pinares y monte bajo. El resultado en forma de vinos de características organolépticas únicas se debe a algo tan sencillo y a la par tan complicado como un “terroir” único a esa altitud, a la tecnología de última generación y al trabajo de un equipo dirigido por el enólogo e investigador Juan Mariano Cabellos,

Las características de los caldos de Bodegas Río Negro pasan por un aroma intenso, profundo y complejo sumado a una alta intensidad de color. Vinos potentes y expresivos, robustos, carnosos que no dejan indiferente y que tienen como publico objetivo a aquellos que sepan apreciar las singularidades de un producto especial, conseguido en circunstancias extraordinarias y que deja huella, deja marca.

Fernando Fuentes, propietario de la finca, marca como objetivo una continuidad de la marca, una marca que busca consolidarse y lucha por seguir abriéndose camino a altos niveles. No sin poco esfuerzo han conseguido ya ser conocidos y ahora tienen que seguir manteniendo esfuerzos para lograr convertirse de manera definitiva en un vino de marca alta con un peso importante a nivel exterior.