Miércoles 22 de octubre de 2014
El presidente del PP, Mariano Rajoy ha arropado este sábado a su candidata en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, para que gane en una región que puede convertirse en el comienzo de una ola de cambio que puede extenderse por toda España. Ha sido en Albacete, la ciudad que la vio nacer, el lugar elegido por los populares para hacer oficial la candidatura de Cospedal a la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y dar el pistoletazo de salida a la campaña electoral de la región.
Arropada por toda la cúpula del PP, y en un acto multitudinario sin precedentes, Cospedal señaló el empleo como la prioridad absoluta de su Gobierno, comprometiéndose en aportar soluciones y empleo digno a los más de 212.000 parados de la región. Asimismo, Cospedal, animada por los suyos, destacó las dos formas, totalmente distintas de ver y entender Castilla-La Mancha. Una, la de Barreda, un presidente en claro declive, con un proyecto agotado, con un equipo de Gobierno salpicado por los escándalos de Seseña, Caja Castilla La-Mancha o el Aeropuerto de Ciudad Real, y con la receta de que las cosas se arreglarán por sí solas o con el paso del tiempo. Y otra bien distinta, la de Cospedal, una líder en continuo ascenso político, reconocida fuera y dentro de su partido, con experiencia probada en la gestión autonómica y, lo que es más importante y eso se tiene o no se tiene, una ilusión por ser la presidenta de todos los castellano-manchegos. Treinta años de socialismo en Castilla-La Mancha pueden tener los días contados. Veremos.◆
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