Esta enfermedad crónica afecta a entre el 5 y el 20% de los niños en edad escolar
El uso de ropa holgada y transpirable, calzado de piel, evitar la exposición al sol o la continua hidratación merman los síntomas de malestar en el paciente
REDACCION | Miércoles 22 de octubre de 2014
Mantener limpia e hidratada la piel, tomar los tratamientos farmacológicos indicados por los especialistas en los brotes y controlar a largo plazo la enfermedad. Estos factores logran controlar los síntomas de la dermatitis atópica infantil, una patología crónica que afecta a entre el 5 y el 20% de los niños en edad escolar y que genera graves secuelas en la calidad de vida de quienes la padecen. SIGUE
Aránzazu Vergara, dermatóloga pediátrica del Área Integrada de Guadalajara, ha afirmado que existe un fuerte componente genético en la dermatitis atópica. Además, esta patología crónica es la más prevalente en la infancia. Para su correcto tratamiento es indispensable “controlar todos los agentes que influyen en la misma para prevenir los brotes y prolongar los periodos entre brote y brote”.
Los pacientes con eczema atópico muestran mayor reactividad a jabones y detergentes, cloro, ropas abrasivas, transpiración, la temperatura o la humedad. Para controlar las reacciones, los especialistas recomiendan el uso de ropa transpirable suave y holgada, mejor de algodón. El orden y la limpieza son factores importantes, así como evitar la exposición al sol y el sudor porque provocan mayor picor. También es aconsejable el uso de calzado de piel.
El cuidado en el aseo e higiene de la piel atópica se logra duchándose o bañándose cinco minutos en agua templada, con el uso de jabones especiales, secándose con suavidad y sin frotar y aplicando cremas hidratantes. “Además es importante llevar las uñas cortas y evitar rascarse para no hacer las grietas más grandes, derivando en una inflamación y picor mayor”, ha aclarado la doctora.
Otras agentes que influyen
Los alimentos también son desencadenantes en la dermatitis atópica en menores de corta edad. La leche, el huevo, la harina, el pescado, la soja o el cacahuete son los alérgenos potenciales. Otros factores influyentes en la dermatitis atópica son: el polvo, los ácaros, las hierbas, los animales, el polen o el moho.
La doctora Vergara ha apuntado la importancia “de evitar dietas ricas en ácidos grasos y fomentar las ricas en antioxidantes como es el caso de la dieta mediterránea”. Además los ácidos grasos omega 3 y 6 son beneficiosos en la prevención de dermatitis atópica y enfermedades de base alérgica en general.
Existe una gran variedad de tratamientos dirigidos a mermar las molestias en los pacientes que padecen este tipo de patología pero es imprescindible hacer una valoración individual por parte de un facultativo. En el caso de la dermatitis atópica es indispensable “el compromiso y control a largo plazo por parte, no sólo del especialista, sino del propio paciente; de esta forma, podemos prevenir los brotes y distanciarlos en el tiempo”, ha concluido la doctora Vergara.
La especialista ha realizado estas declaraciones en el marco de una jornada divulgativa desarrollada en el Hospital Universitario. Al acto, también ha asistido el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, la jefa de sección de Dermatología, Esther de Eusebio, y el subdirector Médico del Área Integrada, Francisco González Pons.
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