Setas Alucinógenas

Coincidía el otro día con el amigo Quique, del Rincón del Ibérico, en lo sorprendente de las secuelas del pasado Barça-Arsenal de Copa de Europa. Portadas, tertulias televisivas y debates en los bares, versaban acerca de lo rigurosa que fue la expulsión del jugador Van Persie.

¿No esperaran ustedes que les hable del penalti no pitado a Messi? Ni una palabra. Lo he repetido hasta la saciedad: hablar de los árbitros es de mediocres. Además, como dice nuestro técnico Milolo: penalti es el que pita el árbitro.

Prefiero hablar del gol de Messi, sin duda uno de los más bellos del año. O de la agresividad del Barça que nada más salir al campo ejerció un pressing demoledor. O del partidazo de Mascherano. O de Cesc. O del planteamiento del Arsenal. En definitiva señores: DE FÚTBOL. Es tal el grado de desesperación de la caverna mediática que ya no puedo más. (¿Por qué sí el Real Madrid puede ganar todos los títulos?).

P or todas partes veo el careto de mi admirado Mou persiguiéndome y gritando como un poseso que los árbitros ayudan al Barça en la Liga y ahora también en la Copa de Europa. Entra algún cliente en mi oficina y resulta que es Mou. Voy a comprar el periódico y detrás del mostrador veo a Mou. Subo al autobús y el conductor es Mou. Pongo el telediario y en vez de Matías Prats, sale Mou. Voy a ver un concierto y el batería es Mou. Creo que me estoy volviendo paranoico, aunque… ¿no será que las setas de Quique son alucinógenas?