DEPORTES

Orgullo Blanco

El Madrid

Jesús Romera

Miércoles 22 de octubre de 2014
Nos ponemos el traje de gala, el que nos queda de lujo: el de la Champions. El de las grandes noches. El miércoles vuelven los octavos de final contra el Lyon.

Tras seis años de sin sabores, desgracias, chorreos y demás, esta eliminatoria va a ser la buena, por fin pasaremos a cuartos de final. Seguro estoy de ello, como que el próximo rival será el Shalke 07, perdón 04, el del mítico Raúl.

En el último mercado invernal, no sólo fichamos a un delantero, sino a dos. Impresionante el cambio de mentalidad y de juego que está experimentando el francés. En el campo se le ve más enchufado, más animado, más participativo y con el olfato goleador, de nuevo, como en sus mejores tiempos. También quiero verlo en noches transcedentales y de mas exigencia futbolística y mental. El miércoles puede recibir la alternativa definitiva en el Templo Madridista. Confío espero y deseo que Mou no me haga quedar mal y su once inicial sea una apuesta definitiva hacia el triunfo, sin remilgos, ni experimentos inocuos para meter el primer gol y guardar la ropa.

E l Lyon y los franceses no se merecen otro resultado que no sea irse goleado. Lleva unas cuantas ruedas de prensa mi admirado Mou, apelando y quejándose de los rigores asfixiantes del calendario: liga, champions, copa, selección, etc. No sirven excusas. Hay que jugar y punto. Quejarse es de cobardes. Los madridistas, somos valientes.

El próximo sábado acudiremos al estadio rojiblanco a seguir viendo in situ que la historia de los derbis se sigue repitiendo y que el Atleti estará siempre a años luz del primer equipo de la capital.◆

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