Camino a Wembley

Me preguntaban cuál de los rivales prefería en el sorteo de la Copa de Europa. ¡Vaya pregunta tonta! Mi respuesta: El Inter y el Real Madrid. ¿Cómo que por qué? El Inter nos eliminó el año pasado y su entrenador era un tal Mourinho.

Por lo tanto, tenemos una cuenta pendiente. Eso sí, deportiva. Guardiola se lo dijo a la afición el año pasado: ¡Os debemos una! Y esa una es volver a ser campeones de Europa y, con ello, igualar a Bayern de Munich y Ajax de Amsterdam con cuatro entorchados. Ya escribía hace unos artículos que el FC Barcelona tiene que aprovechar el equipo que tiene hoy, dirigido y capitaneado por Lionel Messi, el mejor jugador del mundo en la actualidad y que va camino de ser el mejor de la historia.

S i se gana la eliminatoria contra el Shakhtar, nos encontraremos, con toda probabilidad, con el Real Madrid de Mourinho y, luego en la final, con el Chelsea o el Inter de Milan, mis favoritos por delante del Manchester United. Pero hay que ir partido a partido y saber que las eliminatorias duran 180 minutos. Pep Guardiola (no olvidemos que ésta es su tercera temporada en la élite) está aprendiendo a manejar con mayor madurez y capacidad analítica, las eliminatorias.

E ste año no se ha dejado sorprender en la Copa del Rey, pero en el Emirates, mediada la segunda parte, debería haber echado el cerrojo con la inclusión de Keita y Mascherano, que para eso están en la plantilla. Ya se vio la aportación fundamental del argentino en la vuelta con el Arsenal. Que más da el sorteo. Para ser campeones de Europa hay ganar a los mejores y hay que ganarles a todos. ◆