Las cifras hablan por sí solas en la Formación Profesional Dual de Castilla-La Mancha. Después de una experiencia piloto en varios centros formativos durante el curso 2012/2013, en el pasado fueron 1.500 alumnos los que participaron de estos proyectos, realizando sus prácticas en cerca de 500 empresas. Para el curso que viene, los centros formativos tienen hasta el 11 de julio para presentar sus proyectos a la Junta de Comunidades. La Formación Profesional Dual está siendo una iniciativa positiva no sólo para la administración, sino también para el resto de los agentes implicados. Los centros formativos ven como la teoría que imparten tiene una respuesta práctica inmediata. Los alumnos mejoran sus opciones de encauzar su futuro laboral. Las empresas encuentran una cantera de futuros trabajadores, conociendo sus actitudes y sus aptitudes más de cerca
La unión de los centros educativos y las empresas por la formación
La Formación Profesional Dual comenzó en Castilla-La Mancha en el curso académico 2012/2013. Desde entonces, su crecimiento y su importancia en el sistema educativo regional ha ido ganando enteros de manera exponencial, siendo una alternativa real para aquellos jóvenes que buscan formarse en un oficio, al mismo tiempo que conocen de cerca el mundo laboral.
En el ámbito del sistema educativo, la Formación Profesional Dual se entiende como un conjunto de acciones e iniciativas formativas que tienen por objeto mejorar la cualificación profesional de los alumnos. De esta manera, los proyectos formativos de carácter dual combinan los procesos de enseñanza y aprendizaje en el centro educativo y en la empresa, al objeto de que estas últimas se impliquen cada vez más en el desarrollo de los programas educativos, favoreciendo así, las opciones de inserción laboral de los jóvenes.
De esta manera, la formación que se imparte, posibilita la adquisición de las competencias profesionales en el propio lugar de trabajo, en íntima relación con las demandas del mercado laboral, lo que por un lado, permite la adaptación de esta formación a las necesidades específicas de las empresas, y por otro, supone un mayor acercamiento entre los alumnos y su futuro profesional.
Los proyectos formativos de Formación Profesional Dual tienen como referencia el Currículo del Ciclo Formativo, y deben garantizar que los alumnos puedan adquirir los resultados de aprendizaje incluidos en los diferentes módulos profesionales del mismo.
Además, en función de las características de cada empresa y de su modelo de negocio, los programas podrán incorporar formación específica adicional, para aportar un valor añadido a la formación de los alumnos, y mejorar así sus expectativas de empleabilidad.
Tipos de FP dual
Hay dos modalidades de FP Dual. En los proyectos de modalidad A, se imparte formación de tipo curricular en colaboración con la empresa (contenidos establecidos en el currículo). Suele desarrollarse en régimen alterno –unos días sólo en el centro educativo y otros en la empresa–.
En la modalidad B, se imparte formación complementaria al currículo, o que desarrolle de forma específica determinados contenidos. Suele desarrollarse en régimen complementario, el horario es el habitual del ciclo formativo (en el centro educativo) y en determinados días en la empresa (a turno cambiado: si el ciclo es diurno, van a la empresa por la tarde y viceversa).
El empleo, objetivo final de este programa
El objetivo principal de la Formación Profesional Dual es que los alumnos, una vez hayan terminado su ciclo, estén más preparados para enfrentarse al mercado laboral. Al mismo tiempo, las empresas en las que han realizado las prácticas conocen ya sus aptitudes, por lo que es más fácil que apuesten por ellos para incorporarse a su plantilla. Igualmente, la participación en estos programas, implica recibir un certificado acreditativo, un valor añadido para los currículos de cada uno de los alumnos.
Y es que, desde el primer momento, cuando comenzó a implantarse este sistema formativo en el año 2012, se ha buscado combinar la carga lectiva con prácticas en empresa, lo que supone la mejor manera de intentar reducir el paro juvenil, uno de los principales problemas que está atajando la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Por todo eso es tan importante este nuevo sistema formativo, en el que nuestra región fue una de las primeras en apostar. Los jóvenes castellano-manchegos que quieren trabajar, ven en este programa una oportunidad para poder ofrecerse con mayores garantías a las empresas de sus sectores. Por ello, no es de extrañar que cada año haya mayor número de alumnos que forman parte de la FP Dual.
Pero no sólo los alumnos ven sus ventajas, también las empresas colaboradoras. Su número también ha crecido exponencialmente en el programa, desde los inicios.
1.500 alumnos en cerca de 500 empresas durante el último curso
Castilla-La Mancha apostó por primera vez por la Formación Profesional Dual en el curso 2012/2013. Unos cuantos proyectos sirvieron para descubrir todas las posibilidades que este sistema podía ofrecer, principalmente, a los alumnos, formando el embrión de todo lo que iba a generar al curso siguiente. Y los que quedan.
El consejero de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno regional, Marcial Marín, recalcaba hace unos meses el “éxito de la FP Dual en Castilla-La Mancha, comunidad que lidera el número de alumnos y empresas en términos relativos”. Y no era para menos, pues los datos hablan por sí solos. En el primer curso, 19 eran los proyectos que se desarrollaban en diez centros educativos diferentes. Los alumnos implicados eran 250, los cuales hicieron sus prácticas en 45 empresas. Pues sólo un año después, el curso pasado, estos datos crecían exponencialmente. Los proyectos pasaban a ser 100 en 45 centros educativos. Los alumnos que los cursaron llegaron a los casi 1.500 y las empresas colaboradoras cerca de 500.
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, afirmaba que, desde un primer momento, el Gobierno regional se vio sorprendido por la gran cantidad de peticiones que se recibían para cursar la FP Dual. Y lo hacía durante una visita de la Princesa Doña Letizia –en pocos días Reina de España– a uno de estos proyectos, lo que muestra la importancia que ha adquirido desde su primera implantación en la región.
Ese día, varias voces autorizadas hacían una valoración de este modelo de Formación Profesional. Éstos hacían hincapié en aspectos tales como la necesaria implicación entre el mundo educativo y el empresarial, así como en la profundización en el ámbito de los idiomas. También, destacaban que es importante que las empresas colaboren con la comunidad educativa, porque son su cantera de personal, al mismo tiempo que resaltaban la relevancia que tiene que los alumnos participen en sus prácticas profesionales desde el inicio del curso, no al final, como sucedía con el modelo anterior. La motivación que estas cuestionen imprimen en los alumnos, también fue uno de los puntos que se trataron.
Generador de empleo
Marcial Marín incidía en que la “Formación Profesional Dual ha demostrado que la dualidad formación-empresa garantiza que el 85 por ciento de los alumnos participantes consigan un empleo estable y duradero”. “Miramos hacia Europa donde la FP Dual se presenta como la gran oportunidad para conseguir una alta empleabilidad”, como lo demuestra a su juicio que países como Alemania, que han apostado por este sistema de enseñanza anteriormente, tengan una población activa cada vez más cualificada en el futuro.
El titular de Educación defendió que la Formación Profesional Dual favorece que las empresas y los alumnos “estrechen lazos y vínculos” y así adecuar la cualificación de los alumnos, a lo que realmente necesitan nuestras empresas.
El curso que viene
Ahora se abre un nuevo periodo para la presentación de proyectos, destinado al curso 2014/15, hasta el 11 de julio. Son los centros educativos los que dan el paso, haciendo sus propuestas a la Consejería de Educación, Cultura y Deporte. Así, las previsiones indican que las cifras seguirán creciendo dentro de un programa implantado también en otras comunidades autónomas, y que se ha convertido ya en el presente y el futuro de la Formación Profesional.
El objetivo es potenciar un modelo formativo basado en un aumento de la colaboración de las empresas en el desarrollo y actualización de la Formación Profesional, para mejorar la cualificación del alumnado y adecuarla a las necesidades de las empresas, facilitando así la mejora del sector productivo de nuestra comunidad autónoma. Esta colaboración permitirá a los alumnos contar con los medios y recursos más actuales, lo que indudablemente representará una mejora en su proceso formativo, y un aumento de sus expectativas de inserción laboral.
Centros, alumnos y empresas, unidos por una mejor formación profesional
Al igual que la Formación Profesional Dual busca unir la teoría y la práctica para mejorar la preparación de los jóvenes de cara a su futuro laboral, la mejor forma de entender la importancia que está teniendo este sistema, es escuchar a los diferentes agentes implicados.
Los primeros son los centros formativos, donde empieza todo, encargados de solicitar los proyectos a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, hacer que resulten atractivos para sus alumnos y captar a las empresas para que se impliquen en el proceso.
Después, los alumnos, objetivo de todo. Su valoración de la FP Dual es la más valiosa, ya que es su futuro el que está en juego. Conocer de primera mano la forma de trabajar en las materias que están estudiando, es primordial para conocer qué es a lo que se quieren dedicar en la vida, destacando la especialización que van a elegir.
Y por último, las empresas, donde los trabajadores veteranos se convierten en profesores de los que en un futuro pueden ser sus compañeros.
LOS CENTROS FORMATIVOS, EL PRINCIPIO DEL PROGRAMA
Una de sus profesoras, Susana Pelechano, cuenta que la principal diferencia con la FP tradicional es que “durante el año teórico, se alterna también con periodos de formación práctica dentro de las empresas”. “Creo que es algo muy positivo para los alumnos, porque antes se hacían las prácticas en el último trimestre, cuando finalizaba el año teórico, pero ahora toman contacto con la empresa, cómo se trabaja a nivel colectivo”, explica, añadiendo que “también pueden ver si les gusta más un campo u otro para luego especializarse. Así tienen las ideas más claras”. Pelechano da una gran importancia a que los alumnos puedan desde un primer momento “ponerle una cara real al trabajo teórico que están realizando en los centros de formación. No es lo mismo explicar algo que ponerlo en práctica, algo que es muy positivo a nivel de aprendizaje”. Todas estas cuestiones implican una mayor motivación por parte de los alumnos, según la profesora. “Incluso he visto cómo cambian para bien lo que se imaginaban que iba a ser en un primer momento. Nos comentan que, en la teoría, pensaban que algo no les iba a gustar y luego en la práctica, sí les ha gustado”. Por todo ello, desde la Escuela Familiar Agraria El Llano ya están pensado en repetir la experiencia. Y es que “se ve un mayor enriquecimiento de la materia en todos los sentidos, más hacia los alumnos. Muchas veces es difícil hablar de forma teórica de unos conceptos y explicar que en la práctica va a ser igual. Ahora ellos lo ven y lo consideran muy positivo”. También destaca Susana Pelechano la importancia de la colaboración de las empresas, “sobre todo cuando los periodos de prácticas son más cortos. Pese a que sean pocos días, todo lo que un alumno aprenda nunca está de más. Además, puede ser una oportunidad laboral”. | |
Los alumnos, el objetivo de todo Los alumnos son los que realmente se benefician de este nuevo sistema de Formación Profesional Dual. Éste es el caso de Marcos López Peinado, quien está estudiando Gestión Administrativa de Grado Medio en la Escuela Familiar Agraria El Llano, en Humanes de Mohernando, al mismo tiempo que realiza sus prácticas en la empresa Alagos Fincas S.L., de la capital alcarreña. Marcos lo tiene muy claro. Afirma que eligió este sistema formativo “porque es el mejor medio para adquirir experiencia laboral mientras me estoy formando”. Igualmente, destaca como positiva la principal característica del programa, diciendo que “la mayor ventaja son las prácticas trimestrales que se realizan en la empresa, frente a las de la FP tradicional que se realizan al final del ciclo. Esto conlleva un mayor número de prácticas en una empresa”. “La experiencia ha sido muy buena, que era lo que me esperaba”, comenta. Por otro lado, este alumno de la FP Dual se muestra muy agradecido por la acogida que tuvo desde el primer momento en la empresa. “Me recibieron estupendamente bien. Me acogieron como uno más y me enseñaron desde el principio para poder colaborar con ellos en el trabajo”. También explica Marcos que la sensación que él ha tenido la comparte con el resto de sus compañeros, que también se muestran encantados con esta fórmula de aprendizaje. “Con los que he hablado estaban todos muy contentos”. Hay una pregunta a la que Marcos contesta con esperanza, ya que el objetivo principal es siempre encontrar un trabajo una vez finalizada la formación. Cuestionado sobre si cree que tendrá alguna ventaja por haber cursado una FP Dual frente a una FP tradicional, dice que “eso espero. Creo que las empresas, al seleccionar a alguna persona, deberán fijarse con atención en el número de horas ya trabajadas”. El valor de la experiencia. Por último, Marcos López no duda en asegurar que lo recomendaría a cualquier persona que se esté planteando formar parte de este programa. No sólo eso, sino que afirma que “creo que es el futuro para la Formación Profesional, puesto que salimos con más experiencia laboral que en la tradicional”. | |
Las empresas, colaboradoras imprescindibles Sin la colaboración indispensable de los empresarios, la Formación Profesional Dual no sería posible. Colaboradores necesarios dentro de este sistema formativo, dan a la FP la importancia que merece, tanto para el desarrollo formativo del alumno, como para los beneficios que ofrece a sus empresas, siendo la cantera de sus futuros trabajadores. Esto es algo que tiene muy claro el proactivo empresario del sector del motor, Carlos Corró, quien siempre ha tenido jóvenes en prácticas en sus diferentes empresas. “Siempre he sido un defensor de la FP, porque creo que el sistema de módulos es de lo más válido en España. Ahora la FP Dual, donde se simultanea los estudios con la práctica, es muy interesante, en la medida en la que se consiga que el alumno vea que los conceptos teóricos se pueden aplicar. Es un avance importante”. Corró cuenta que en todos los periodos de Formación Profesional en los que ha recibido alumnos en prácticas “siempre ha terminado quedándose alguno”. “Es una muy buena forma de ver el comportamiento, la actitud, la capacidad y determinadas aptitudes que mientras no veas a una persona trabajar no las puedes conocer”. Por otro lado destaca la importancia de las prácticas para conocer bien, por ejemplo, “un sector tan tecnológico como es el del motor, donde los procedimientos cambian constantemente, y esos cambios no se pueden ver siempre en las aulas”. Igualmente, hace hincapié en que los trabajadores veteranos se convierten en profesores, “algo que es muy motivador para las personas que se involucran en el tema de la formación. El alumno en prácticas no es percibido como alguien que molesta, sino como alguien que va a ayudar”. Carlos Corró también piensa que para que un alumno aprenda no vale con que vea cómo trabajan los profesionales, sino que tiene que “hacer, hacer, y seguir haciendo, no hay otro camino. Siempre con una preparación previa, claro, pero a andar se aprende andando”. Con esta actitud es como se consigue el objetivo principal, que jóvenes preparados encuentren trabajo. “Sin ir más lejos, esta pasada semana hemos contratado a un alumno que ha estado de prácticas con nosotros.”, finaliza Corró. | |
Una iniciativa con ayudas específicas para el alumnado
Los alumnos que cursan la Formación Profesional Dual cuentan desde el primer momento con incentivos y ayudas económicas, siendo una muestra más de la fuerte apuesta realizada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en este modelo educativo, cuyo objetivo principal siempre es la mejor preparación posible para la inclusión de los jóvenes en el mercado laboral.
Ya en los inicios del curso pasado, el Gobierno regional destinó 200.000 euros –procedentes de fondos de cooperación territorial del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes– para conceder ayudas económicas a alumnos que participen en la Formación Profesional Dual. Esto suponía la nada desdeñable cantidad de 400 euros por cada alumno, sin duda un incentivo importante para optar por este tipo de formación.
“En el afán del Gobierno por la creación de empleo en nuestra región, creemos que debemos apostar por un modelo de Formación Profesional Dual en Castilla-La Mancha, que tiene altas tasas de empleabilidad laboral”, decía el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Marcial Marín, cuando anunciaba estas ayudas.
Pero los esfuerzos por mejorar la FP Dual no se quedaron ahí. Un acuerdo firmado entre el Gobierno de Castilla-La Mancha y Bankia permitía a los alumnos realizar prácticas remuneradas en los centros de trabajo. Entre los fines que persigue este convenio está la implicación de las empresas en el programa educativo, para favorecer la inserción laboral y la contratación directa de los jóvenes.
El convenio también comprende actuaciones en la cofinanciación o becas a los alumnos, formación del profesorado con especial atención a acciones dirigidas a lograr el bilingüismo, proyectos de innovación, cuidado del entorno cultural, recuperación de oficios olvidados y premios a la excelencia académica.
En definitiva, toda una declaración de intenciones desde la Junta, que ve en la PF Dual una solución para intentar acabar con el paro juvenil.