GUADALAJARA

Carmen Heredia y Verónica Renales presentan el programa integral de apoyo a la infancia

El Ayuntamiento de Guadalajara atiende con sus recursos a todas las familias que demandan ayuda

REDACCION | Miércoles 22 de octubre de 2014
Carmen Heredia y Verónica Renales, responsables de las áreas de Familia y Bienestar Social del Ayuntamiento de Guadalajara, han comparecido esta mañana para ofrecer información sobre las distintas líneas de ayuda e intervención integral a las familias que se desarrollan desde el Consistorio capitalino para luchar contra la pobreza infantil. SIGUE

Desde el comienzo de la actual crisis económica y los problemas de carácter social que está ocasionando en las familias, el Ayuntamiento de Guadalajara viene prestando ayuda, “por lo que no hay ninguna familia que se haya quedado sin atención”, tal y como ha subrayado Carmen Heredia durante su comparecencia.
“Cualquier persona que se acerca a nuestros servicios sociales serán atendidos, evaluados y ayudados en la medida que precisen”, ha insistido la también cuarta teniente Alcalde. En este tema, ha dicho, “no hay limitación presupuestaria y el Ayuntamiento atenderá las demandas que se presenten”.

En relación con el debate social que se ha puesto en evidencia en los últimos días a raíz de la recomendación de la Defensora del Pueblo sobre la necesidad de mantener abiertos los comedores escolares durante el verano, Heredia ha señalado que el Ayuntamiento de Guadalajara tiene un amplio abanico de recursos sociales que cubren las necesidades de atención en materia de alimentación durante todo el año, junto con numerosos recursos de atención integral para otras carencias como pago de los recibos de la luz, gas, vivienda. Desde hace dos años en Guadalajara no hay becas comedor y desde ese momento “el Ayuntamiento de Guadalajara tiene en marcha distintos programas para paliar cualquier situación de necesidad”.

En este año se han atendido 4.000 citas en los servicios sociales municipales. Esta cifra engloba tanto a las unidades familiares como a las personas que de forma individual solicitan algún tipo de intervención social. De estos 4.000 atendidos, 335 se corresponden a familias con hijos menores de 16 años, es decir, en edad escolar, que son los beneficiarios en este momento del programa de los desayunos solidarios saludables, que se implementan con las 304 tarjetas monedero para la adquisición de productos frescos en Mercadona, Eroski y El Corte Inglés, establecimientos con los que se mantiene este acuerdo para que las familias beneficiarias puedan comprar productos frescos, perecederos y de higiene. Esta fórmula ofrece una “manera más digna de recibir estas prestaciones sin que por ello se estigmatice a la persona que las recibe”, explica Carmen Heredia. Estas personas han recibido además 800 cajas de alimentos no perecederos procedentes del banco de alimentos. “Guadalajara es “absolutamente solidaria con el banco de alimentos”, ha destacado la también edil de Mayores.

Por otra parte, y para atender el caso de familias que presentan otros problemas estructurales, los trabajadores sociales municipales “identifican y evalúan” aquellos casos de familias que por distintas circunstancias no pueden cocinar. En estos casos, se les entrega el denominado tupper solidario con las comidas para todos los miembros de la unidad familiar.

Las familias que lo necesitan “están absolutamente atendidas con unos recursos municipales que favorecen que esa atención se realice en el propio domicilio y esto es, en opinión de las responsables de Familia y Bienestar Social, “lo mejor para los niños”.

Las familias que llegan a los servicios sociales vienen en unos casos derivados por los distintos centros escolares de la capital. Un total de 28 colegios, tanto públicos como concertados, han derivado hasta la fecha a unas 78 familias, 49 de un solo centro, 24 de otro colegio y cinco de forma individual. “Todas estas familias, con distintos tipos de necesidades y atención, reciben las ayudas sociales del Ayuntamiento.

Desde 2008, año en el que empezaron a detectarse las primeros casos, el Ayuntamiento de Guadalajara ha ido poniendo en marcha distintas actuaciones para paliar las consecuencias que el paro y otras circunstancias han ido generando en las familias. En ese mismo año se pusieron en marcha las primeras ayudas de atención social. En 2009 se crearon los convenios de acción social y otras ayudas de formación. En 2010 se puso en marcha el denominado Ibi social, la gratuidad de algunos programas como el de kanguras, se empezó a pagar ocio infantil y se estableció el súper solidario, además de las ayudas para el pago de alquileres e hipotecas y el comedor social. En 2011 se creó el servicio de comida del tupper solidario y ayudas a madres jóvenes. En el periodo comprendido entre 2012 y 2013 se registró, según Carmen Heredia, el mayor número de demandas, “permaneciendo estable desde el mes de septiembre del pasado año. En 2012 se puso en marcha los desayunos solidarios saludables, becas deportivas y plazas gratis en los campamentos y ludotecas “porque la pobreza no es sólo la carencia de alimentos”, tal y como ha señalado Verónica Renales, concejal de Bienestar Social. En 2013 se creó la tarjeta monedero y se continúa en el programa integral de apoyo a la infancia a través de las distintas líneas de ayuda integral para las familias que lo necesitan.

En esta línea se enmarcan las 55 becas para la asistencia a los campamentos urbanos que se organizan en verano desde el Ayuntamiento, las ayudas para la adquisición de material escolar, para lo que se destinó la cantidad de 8.000 euros durante el pasado curso, las intervenciones sociales vía convenios con distintas entidades sociales para, entre otros casos, atención específica a niños de entre 0 y 3 años, tanto en alimentación como en cualquier tipo de enseres necesarios para su cuidado.

En general, tal y como ha destacado Verónica Renales, “las familias son y serán atendidas dado que las partidas de emergencia permanecen abiertas para cualquier caso que se presente”. La edil de Bienestar Social ha señalado además que la intervención de los servicios sociales municipales se realiza mediante recursos normalizados “para no estigmatizar a quien los recibe”.

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