EN PORTADA

Dicen que han encontrado los clavos de la Cruz de Cristo

Especial Semana Santa

REDACCION | Miércoles 22 de octubre de 2014
Un investigador canadiense afirma que el descubrimiento es histórico, pero muchos expertos lo creen inverosímil. Podrían dos de los clavos utilizados para crucificar a Jesús haber sido descubiertos en una tumba de 2.000 años de antigüedad en Jerusalén?. ¿Y podrían haber desaparecido misteriosamente durante 20 años, para acabar apareciendo por casualidad en un laboratorio de Tel Aviv? Esa es la premisa del nuevo documental “Los Clavos de la Cruz” del veterano investigador Simcha Jacobovici, que incluso antes de su estreno ha provocado un vivo debate en Tierra Santa. La película sigue tres años de investigación durante los que Jacobovici presenta sus argumentaciones: algunas basadas en datos empíricos, otras necesitadas de mucha imaginación y un salto de fe.

El investigador afirma que el descubrimiento es histórico, pero la mayoría de expertos contactados por Reuters lo desestimaron por inverosímil, y algunos lo calificaron de ardid publicitario.

Durante siglos se han presentado muchas reliquias antiguas, como otros clavos que supuestamente se remontan a la crucifixión, como relacionadas con Jesús. Muchas fueron consideradas falsas, mientras que otras fueron aceptadas como sagradas.

Jacobovici, que ya suscitó un debate con otra película que afirmaba revelar la tumba perdida de Jesús, dice que este hallazgo difiere de otros por su contexto histórico y arqueológico.
“Lo que estamos trayendo al mundo es el mejor argumento arqueológico presentado jamás de que se han encontrado dos de los clavos de la crucifixión de Jesús”, dijo en una entrevista, con su característico gorro de lana. “¿Sé al 100% que sí, que son ellos? No”.
¿Conspiración, error o algo sin fundamento?
El documental comienza con una visita a una antigua tumba de Jerusalén descubierta en 1990 que fue aclamada por muchos en su día como el lugar de enterramiento del alto sacerdote judío Caifás, que en el Nuevo Testamento preside el juicio a Jesús.El sepulcro, junto con varios osarios, o cajas de huesos, fue descubierto durante unas obras en una ladera a unos pocos kilómetros al sur de la Vieja Ciudad. Desde entonces ha sido sellada de nuevo.

Caifás es una figura importante de los Evangelios, al enviar a Jesús a los romanos y a su muerte, y uno de las afirmaciones de Jacobovici es que el alto sacerdote no fue tan malo.En la tumba se encontraron dos clavos de hierro, uno en el suelo y uno dentro de un osario, y, según la película, desaparecieron misteriosamente poco después. Jacobovici dice que los rastreó hasta un laboratorio en Tel Aviv de un antropólogo experto en huesos antiguos.

Y si son de hecho los mismos clavos – corroídos por el óxido y arqueados en el extremo, casi intencionadamente – ¿fue su desaparición una conspiración o un error logístico?
De cualquier modo, Jacobovici muestra por qué esos clavos podrían haberse utilizado en una crucifixión, que era una práctica común hace dos mil años. Después ofrece su teoría sobre por qué podrían haberse utilizado en la crucifixión más famosa de la historia.

Noticias relacionadas