Los vecinos de Majaelrayo celebran este fin de semana una de sus fiestas más emotivas que congrega a gran cantidad de hijos del pueblo y turistas que se acercan hasta aquí para presenciar la Fiesta del Santo Niño y Botarga. Se trata de una emotiva tradición que, según cuentan los ancianos del lugar, a primeros del siglo XIX se trasladó la Botarga de enero a septiembre para hacerla coincidir con la festividad del Santo Niño y así poder reunir a más vecinos del pueblo y a los pastores que pasaban el invierno en las dehesas extremeñas.
Así lo ha recordado también la presidenta de la Diputación Provincial de Guadalajara, Ana Guarinos, que ha querido asistir a esta cita festiva “que es probablemente una de las más antiguas de la provincia en obtener la declaración de Interés Turístico Regional”, algo que se produjo en 1986.
Como manda la tradición, la presidenta ha aguardado en casa del alcalde, Severino Moreno, con parte de la Corporación, el diputado provincial Antonio Ruiz y la diputada nacional Encarna Jiménez, hasta ser recogidos por la comitiva con los danzantes, la botarga y la prioste Pilar Sanz, también concejala del Ayuntamiento.
Desde ahí han llegado hasta la iglesia donde se ha celebrado la Santa Misa, cantada por el coro y la rondalla de la localidad, en honor al patrón. Seguidamente, ha tenido lugar la procesión por las calles de Majaelrayo para volver de nuevo en la iglesia con la subasta del estandarte y el pendón.
Por último, los ocho danzantes, ataviados con el traje típico que se compone de gorro en forma de mitra confeccionado con flores, camisa blanca, bandas, lazos y enaguas almidonadas, han protagonizado diferentes danzas bajo la atenta mirada de los presentes y al son del director de la banda con el redoble del tambor.
Ana Guarinos quiso resaltar el encanto de la zona de la Arquitectura Negra incidiendo en la apuesta especial desde el punto de vista turístico y animando “a visitar esta joya que es una maravilla”. Además, en referencia a la festividad dijo que “recuerda toda una serie de historias, costumbres y tradiciones, aquello que verdaderamente se siente, una devoción al Santo Niño y unos danzantes que mantienen esta tradición que va pasando de padres a hijos, y que todo el mundo vive con especial interés”. “Es necesario que no perdamos el origen de nuestros antepasados y que este tipo de citas nos sigan recordando de dónde venimos”, ha apuntado.
Por su parte, el alcalde de Majaelrayo calificó estas fiestas como “muy especiales” y “muy conocidas” animando, aún así, a visitar no solo la fiesta del Santo Niño y Botarga, sino también el pueblo en cualquier época del año.