Redes sociales de "todo a cien"

Estas cosas pasan y es una pena porque eso que hemos dado en llamar “redes sociales” y que llevaban camino de convertirse en una alternativa o al menos en un complemento a la vieja democracia de papeleta y urna, se están viniendo abajo. A Rajoy le nacieron de la noche a la mañana miles de seguidores y a uno de los expertos en el uso de estas nuevas tecnologías, Pablo Iglesias, el epicentro de Podemos, le faltó tiempo para acusar al presidente del Gobierno de estar obsesionado con tener más “followers” –seguidores- que él mismo. SIGUE

Y el comentario hubiera prosperado de no ser porque al día siguiente era el líder del PSOE el que se encontraba en la misma situación de Rajoy, con uno seguidores que habían nacido de la noche a la mañana. El argumento de Pablo Iglesias falla y tal vez se encuentre el mismo con que cualquier día se multipliquen por diez sus discípulos cibernéticos.

Pero el apresuramiento en el comentario del líder de Podemos es lo menos. Lo que da pena es que efectivamente nada es ya lo que parece, es que efectivamente en las redes sociales no sólo hay un mercado abierto para comprar falso seguidores sino que hay empresas que ofrecen pasta a los que tienen un buen numero de “fanses” a cambio de publicidad disimulada, de decir que están leyendo tal libro, bebiendo tal refresco o comprando una marca de pantalón.

Todo el entramado de las redes que eran una ventana de libertad y libre-pensamiento –con algunos excesos desde luego, pero ventana al fin y al cabo- se está viniendo abajo devorado por un capitalismo capaz de vender números vacíos y pagar por publicitar productos. Al final todo termina en los “todo a cien”.

a.aberasturi