Tres pares al quiebro, el último al violín, bastaron a El Pana para que se diera una jaleada vuelta al ruedo (Foto: www.eduardobonillaruiz.com)
Crónica taurina de la primera de la Feria de Guadalajara, en el coso de Las Cruces
María Luisa de la Mancha | Miércoles 22 de octubre de 2014
La corrida que ha dado comiendo a la feria de la capital ha seguido el guión esperado. Frascuelo y El Pana han ofrecido un espectáculo con sabor añejo en el que el público que no ha llegado a poblar medio aforo, ha tenido que conformarse con detalles. La corrida de Juan Manuel Criado fue floja aunque noble, y se le pegó mucho en el caballo. SIGUE
Frascuelo con su segundo, ha realizado lo más destacado del festejo. Dejó buenos muletazos con la diestra, en dos series ligadas con mucha expresividad. Tras una estocada de la que salió volteado, paseó una oreja.
En sus otros dos oponentes, ha dejado para el recuerdo trincherazos y remates muy personales. Sólo el mal manejo de la espada, le impidió pasear algún trofeo más, del cariñoso público alcarreño.
Para ver al Pana en todo su esplendor, hubo que esperar al sexto. Lo que en sus dos primeros fueron dudas, en el último se convirtieron en un espectáculo que enganchó al tendido.
Después de un saludo con lances de capote afarolados, se decidió a poner banderillas. Tres pares al quiebro, el último al violín, bastaron para que se diera una jaleada vuelta al ruedo antes de tomar la muleta. Ahí el toro se vino abajo, y el diestro volvió a fallar con los aceros.
El público, sin embargo, salió satisfecho tras disfrutar de un espectáculo nunca antes visto en Las Cruces, y le premió con una generosa oreja.
Lo dicho, detalles, pero eso si, para el recuerdo.
FICHA
Toros de Juan Manuel Criado y uno 4º de Encinagrande. Flojos aunque nobles.
Frascuelo, ovación, oreja y vuelta
El Pana, silencio, pitos y oreja.
Media entrada en una tarde agradable
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