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De negro azabache y puntual como la lluvia de abril, el artista hizo la aparición en el ruedo, ante los vítores de los allí presentes.
Jacinto García | Miércoles 22 de octubre de 2014
Don Antonio Orozco, el que en catorce años de música ha vendido la friolera de 600.000 copias, el nacido en Barcelona, el que en la voz de su tío José Ferrón y en palmas de su padre, encontró su inspiración, el que creció en Hospitalet de Llobregat, el que comprendió en el barrio sevillano de Triana, que quería componer, el que con quince años, financió su primera guitarra (la cual hoy conserva como oro en paño), el que a lo largo de su dilatada carrera, ha colaborado con Lucie Silvas, Malú, Luis Fonsi, Tote King, Iván Ferréiro o Yousson Ndour, el que teloneó a Juanes en New York, Miami y Los Ángeles, el premio Onda al mejor directo, el premio tu música en Puerto Rico con “Devuélveme la vida”, el “Coacher” de los “Coachers” del Talent show, “La Voz”, el autor de “Un reloj y una vela” en 2000, con 100.000 copias vendidas, el que en 2001 vendió 300.000 copias del álbum “Semillas del silencio”, el que en 2004 nos sorprende con “El principio del comienzo”, mostrándonos su estilo propio y en 2005, da el salto a Latinoamérica con “Antonio Orozco”, el que dos años más tarde, nos deja boquiabiertos con “Cadizfornia” y en 2009, sorprende con “Renovation” , el que a sus diez años de música, nos regala el álbum “Diez” y recientemente en 2013, nos deja embelesados con su último trabajo “Dos Orillas”, y el que el doce de septiembre de 2014, no se quiso perderse las Ferias y Fiestas de Guadalajara .
El viernes de Ferias en Guadalajara se antojaba espectacular. Si a las seis de la tarde el maestro FANDIÑO se encerraba en el coso de Las Cruces con seis Jandillas, el maestro Orozco hacía lo propio en el coso de La Fuente de la Niña, ante unos cinco mil guadalajareños, deseosos de ver en su tierra el arte del de Barcelona.
De negro azabache y puntual como la lluvia de abril, el artista hizo la aparición en el ruedo, ante los vítores de los allí presentes.
En el primer astado como el afincado en Tórtola, silencio, y es que quedaba mucha noche.
El público, en su gran mayoría femenino, quería sacar los pañuelos blancos, no obstante, en el inicio del concierto, se contuvieron expectantes al desarrollo de la faena.
El maestro que sabía de su ardua tarea, se contuvo. Muletazo tras muletazo, en el segundo de la noche, dio a entender al exigente público que hasta el rabo todo es toro y consiguió la primera oreja de la noche, en el primer tercio de faena.
Si Fandiño conquistaba al público taurino con naturales y medias verónicas, Orozco hizo lo propio interpretando temas como “Temblando”, “Y lo sabes” “Legará” con los que el diestro de Barcelona, obtuvo oreja tras oreja.
Los abrazos y carantoñas entre las parejas se iban viendo entre los allí reunidos, y el romanticismo que inspiraba el artista, se iban contagiando entre los asistentes.
El diestro, que en todo momento interactuaba con los allí presentes, supo elevar ese sentimiento, haciendo que las palmas de los guadalajareños sonaran al unísono, pidiendo al presidente las dos orejas y el rabo.
Pero no fue hasta la aparición de la interpretación del “exitito de los éxitos” del artista “Devuélveme la vida”, cuando la ovación fue tan sonora para que la presidencia concediera tal trofeo al maestro, que no solo demostró clase, voz, talante y energía, si no ganas de trasmitir al público su agradecimiento por su empuje, acompañamiento y sentimiento.
Puerta grande para el gran Antonio Orozco, en una noche donde brilló el estilo, la casta y la profesionalidad de un artista que con su actuación musical, igualó a la del diestro Fandiño, en un día donde torero y cantante hicieron su “versus” particular en las Ferias y Fiestas de Guadalajara.
Jacinto García Duro (@Jacintogar)
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