El único a la altura de la tarde, y que cambió el movimiento de sus pies por el asentamiento en la plaza, fue Miguel Abellán (Foto: www.eduardobonillaruiz.com)
Crónica taurina de la tercera de abono de la Feria de La Antigua de Guadalajara
María Luisa de la Mancha | Miércoles 22 de octubre de 2014
Muchos al ver el cartel del sábado de Feria pensaron que el atractivo era ver al que meses atrás, habían visto bailar en la televisión. Pero el baile no lo puso Miguel Abellán. El baile estuvo en los corrales, al caerse la corrida anunciada de Las Ramblas. Los toros sustitutos llevaron tres hierros y no fueron propicios para el espectáculo. SIGUE
El único a la altura de la tarde, y que cambió el movimiento de sus pies por el asentamiento en la plaza, fue Miguel Abellán. En sus dos oponentes estuvo muy inteligente, diseñando faenas a la medida de dos toros justos de fuerza y de clase. A pesar de no estar fino con los aceros, paseó un trofeo y se le pidió otro de su segundo. Mereció salir en hombros, pero la presidencia no estuvo tan dadivosa como el jueves.
Padilla con su primero ni lo intentó. No banderilleó a un animal agarrado al piso con el que abrevió. En el sobrero de casi seis años que hizo cuarto, puso todo de su parte para agradar. Pero no había material.
El Cid pechó con otro lote de escasas opciones. Dejó retazos de su toreo largo y técnico, pero no llegó a los tendidos.
FICHA
Guadalajara a 13 de septiembre de 2014. 3ª de abono. Un tercio.
Toros de Los Bayones, dos de José Vázquez (2º y 4º) y uno de Abilio y Ramiro Hernández (5º). En 4º lugar sale un sobrero de Los Bayones.
Juan José Padilla, bronca y palmas.
Miguel Abellán, oreja y vuelta tras petición.
El Cid, silencio y palmas.
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