Ana Guarinos: “La mujer siempre ha sido la espina dorsal del medio rural y las administraciones tenemos que seguir apoyándola”

Alrededor de 200 personas, en su mayoría mujeres, han asistido durante toda la mañana de hoy al Encuentro Provincial de Mujeres que ha organizado la Diputación Provincial de Guadalajara a través del programa DipuEmplea y con la colaboración del Instituto de Animación Rural (IAR) de Guadalajara. Un encuentro que ha contado con la presencia de numerosos representantes de asociaciones, que ha sido clausurado por la presidenta de la Diputación Provincial, Ana Guarinos, y que ha contado con la presencia también de la presidenta de Afammer, Carmen Quintanilla; la presidenta del IAR, Susana Toledo; el vicepresidente de la Diputación, Lorenzo Robisco, y los diputados de Promoción Social y Cultura y Educación, Antonio Ruiz, y Marta Valdenebro, respectivamente, entre otros como la coordinadora provincial del Instituto de la Mujer, Ana Artiaga.

Durante el encuentro, tal y como ha explicado Guarinos, se han analizado las inquietudes y necesidades de las mujeres que residen en nuestra provincia, así como el papel que desempeñan en las políticas de desarrollo rural. Se trata de un acto que viene a poner el colofón a una serie de reuniones que se han venido desarrollando con anterioridad en distintos puntos de la provincia.

La máxima responsable de la Institución Provincial se ha mostrado satisfecha por poder clausurar una jornada realmente productiva “primero, como mujer, y después como presidenta de la Diputación que es quien ha organizado este encuentro de ámbito provincial”, concretamente desde el área de Promoción Social que lidera el proyecto DipuEmplea. Por ello, ha agradecido el trabajo tanto del personal del área como del IAR.

Gracias a esta iniciativa “se han podido recoger diferentes inquietudes, necesidades, demandas o sugerencias que dibujan la realidad de nuestro medio rural en el que la mujer juega un papel fundamental siendo la espina dorsal”, ha dicho Guarinos resaltando la utilidad de estos encuentros y estas reuniones que “son fundamentales a la hora de conocer de primera mano cuál es la realidad, cuáles son las inquietudes sociales y laborales y, lo que es más importante, a través de ese conocimiento certero basado en datos y en testimonios de primera mano, podemos trazar acciones específicas lo más ajustadas posibles a nuestras necesidades y a las del medio rural para su desarrollo y bienestar”.

En este sentido, recordó que a través del proyecto DipuEmplea se ha llevado a cabo una excelente labor, gracias a la financiación de fondos europeos y, por ello, la Diputación ya ha anunciado que durante 2015 este programa continuará esta vez financiado con fondos propios. La presidenta se refirió también a las jornadas no solo de formación incluidas en este proyecto sino también a las que ponen su interés en el fomento del emprendimiento.

Guarinos realizó una breve descripción de la situación de la mujer, destacando los grandes pasos que se han ido dando en la historia y reclamando que “las administraciones públicas no podemos quedarnos de brazos cruzados”. Por eso, citó como ejemplo, las ayudas para el mantenimiento del comercio rural que este año se han visto aumentadas recordando la visita que realizó ayer mismo a la pedanía de Gárgoles de Arriba a dos pequeños establecimientos regentados por mujeres.

Sois responsables de este futuro esperanzador que tenemos por delante y vaya por delante mi reconocimiento también por ese esfuerzo, porque las mujeres rurales ya no desempeñan ese papel secundario de antaño, sino que hoy en día son imprescindibles y poco a poco van adquiriendo esa relevancia totalmente merecida”, ha concluido reafirmando el compromiso de la Diputación.

Programa de la jornada
La jornada de trabajo celebrada hoy ha tratado diversos asuntos de la mano de Consuelo Chicharro (secretaria general de UNCEAR), que ha expuesto distintas experiencias y las conclusiones de las jornadas territoriales desarrolladas a lo largo de las últimas semanas. También, a cargo de Encarnación Redondo, ex vicepresidenta de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo, ha tenido lugar una ponencia sobre ‘El papel de la mujer en las políticas de desarrollo rural’; y la presidenta nacional de la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer) y miembro de la Comisión Parlamentaria del Consejo de Europa, Carmen Quintanilla, habló sobre ‘La capacidad de dinamización y liderazgo de las mujeres en el medio rural”.

La jornada finalizó con la lectura de un manifiesto a cargo de la presidenta de la Asociación de Amas de Casa ‘Concepción Arenal’ en el que se reivindicó la apuesta de las mujeres por el medio rural y su desarrollo.

El mundo rural acoge el 20 por ciento de la población mundial y ocupa un 80 por ciento del territorio, siendo su ‘dedicación’, hasta hace bien poco, exclusivamente agrícola y ganadera.

En España, el porcentaje aumenta, siendo el 24 por ciento de la población la que vive en algo más del 80 por ciento del territorio, dedicándose fundamentalmente a la actividad agraria y con un nivel de rentas que apenas alcanza el 50 por ciento de la media europea. En términos reales, esto implica que casi cinco millones de mujeres viven en este ámbito, lo que representa el 15 por ciento de la población española.

Centrándonos en nuestra provincia, Guadalajara, y según los datos recogidos en las zonas de Sigüenza, Molina de Aragón, Mondéjar y las localidades del Corredor del Henares, la mujer rural representa en la Sierra Norte de Guadalajara el 35 por ciento del total de la población, porcentaje que baja a tan solo al 25 por ciento cuando se trata del estrato de población activa comprendida entre los 16 a los 65 años.

Un alto porcentaje de mujeres, criterio de la zona de Sigüenza, no coincidente plenamente con el de Molina y Mondéjar, se considera identificado con su medio y demuestran un fuerte arraigo hacia su pueblo, entre otras razones porque han decidido vivir en él. No es el caso de la zona del Corredor del Henares y Campiña donde existen dos grupos diferenciados, unas con un sentimiento hondo de pertenencia y otro grupo que utilizan su pueblo como residencia dormitorio no considerándose como parte de él.

En este sentido, se requiere formación e información, un plan de aprovechamiento de los recursos medioambientales, facilidad en el acceso a las nuevas tecnologías, el fomento de trabajos tradicionales necesarios mediante el funcionamiento de Escuelas Taller o el acceso a becas o ayudas a quienes tienen que desplazarse de la zona para seguir sus estudios, entre otros aspectos.