OPINIÓN

Los indignados

La Columna de Economía de Arturo García

Miércoles 22 de octubre de 2014
Uno de los temas estrella en los últimos días es la ocupación de las plazas por los indignados, o el movimiento 15-M, o como se quieran llamar, que es lo de menos. No se sabe si comenzó o no de manera espontánea. Al principio, es posible que estuvieran personas bien intencionadas que estaban indignadas, y con razón, y con ganas de cambiar muchos temas, o al menos protestar por ellos. Posteriormente, me parece que estas protestas han sido tomadas por movimientos organizados de izquierdas principalmente. En mi opinión, es posible que sigan siendo personas bien intencionadas e indignadas, lo que pasa es que al menos desde el punto de vista económico están totalmente equivocadas.

Digo esto por los carteles que se ven, por ejemplo en la Plaza Mayor de Guadalajara. Quieren el fin del capitalismo, señalándole como uno de los temas estrella. Lo que le desean es su final.

Desde otros puntos de vista, sigo estando de acuerdo con ellos, al igual que la mayoría de las personas que conozco: separación efectiva de los poderes, cambio en la Ley Electoral, limitar el poder de la “casta política” instalada en este país, endurecer el tratamiento de la corrupción política, etc.

Sin embargo, en el tema económico están totalmente confundidos pidiendo el fin del capitalismo. Hay que recordar, una vez más, que el capitalismo es el sistema productivo en el que se da libertad económica para que los individuos constituyan empresas para llevar a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios. La producción, los precios, los salarios, etc. son determinados por el libre mercado.

Esto lleva a múltiples imperfecciones, pero es el régimen económico mejor que ha habido desde el principio de la humanidad. Si quieren, lo expreso en sentido contrario, al igual que hizo Churchill respecto a la democracia: es el peor régimen que ha tenido la humanidad, si no fuera por el resto de regímenes que ha habido.

Es decir, el capitalismo tiene múltiples imperfecciones, pero es lo mejor que hemos tenido. Si no, que prueben el comunismo, o la sociedad feudal, o lo que quieran. Pueden irse a vivir a Corea del Norte, si así están cómodos.

Hay un cartel con el que puedo estar de acuerdo: “No es que seamos antisistema, es que el sistema es antipersonas”. Es una exageración, pero puedo aceptarla en el contexto que se dice. El sistema capitalista tiene imperfecciones, y en muchas ocasiones las personas no reciben un trato justo. Respecto a esto, me atrevo a recomendar a los indignados las encíclicas que constituyen la Doctrina Social de la Iglesia Católica. Ahí encontrarán decenas de argumentos para criticar radicalmente el capitalismo, y multitud de ideas para mejorarlo.

Supongo que se tomarán a coña esto último, pero no lo es. Además, por Internet se pueden conseguir gratis total.