Personajes ilustres de nuestra historia, de la de Guadalajara
Nuestro ilustre y señorial personaje de esta semana, les resultara familiar y hasta entrañable por tener su nombre, una de nuestras calles. Su nombre, Wenceslao Argumosa y Bourke.
Domingo 11 de enero de 2015
Wenceslao nació un 27 de septiembre del año 1761 en la ciudad de Guadalajara, mismo año en el que el Rey Carlos III decide embarcar a nuestra nación en la famosa “Guerra de los 7 años”. Argumosa provenía de una gran estirpe por parte de sus dos progenitores. Por un lado, su padre Ventura Argumosa y Gándara, era un Caballero perteneciente a la orden de Santiago y Corregidor e Intendente de Guadalajara. Por otro, su madre Concepción Bourke, provenía de la vieja Irlanda, de esa con la que tan estrechos lazos tuvimos, gracias a la defensa del catolicismo y al enemigo común.
Argumosa pasó su niñez en Guadalajara y estudió en el desaparecido colegio de los Jesuitas. Quedó huérfano muy pronto, y fue acogido por el Arzobispo de Toledo, Francisco Antonio de Lorenzana, gran amigo de su padre y con grandes vínculos con la Ciudad Episcopal de Sigüenza, donde había ocupado una canonjía en la Fortis Seguntina.
Durante su estancia en Toledo, Argumosa comenzó y finalizó sus estudios en cánones y leyes. Tras ello, marchó al colegio de españoles en Bolonia, donde ocupó diferentes cargos hasta llegar al de catedrático de cánones y decano de la institución. Al transcurrir sus años en el colegio de Bolonia, Argumosa decide regresar a Madrid, donde abre su propio bufete de “Abogados”. La locuacidad y personalidad de Argumosa, no tarda en hacerse notar en la capital del Reino y las grandes familias como los Cerralbo y Osuna, requieren sus servicios para defender sus casas.
En 1808, con la invasión napoleónica a nuestra piel de toro, la personalidad de Argumosa saldrá a relucir en su máximo exponente. Fue tentado por José I Bonaparte para formar parte del traidor y bastardo consejo de Bayona, pero Wenceslao mostrando su patriotismo, e incapaz de traicionar a su país, declinó esta oferta. Tras esta respuesta negativa, nuestro ilustre guadalajareño fue confinado en Orthez y Troyes durante 6 años.
Al sucumbir las fuerzas napoleónicas, Argumosa regresa a España donde se le conceden las más altas condecoraciones por sus actos contra el francés. Ocupó grandes cargos en la política nacional, llegando a convertirse en el secretario del Rey y Caballero de Carlos III.
En 1820, Argumosa publica una pequeña pero excelente obra, llamada; “Los cinco días memorables de Madrid”. En esta obra describe los hechos trascendentales acaecidos durante cinco emotivos días en la ciudad de Madrid : el 19 de Marzo (abdicación de Carlos IV), el 2 de Mayo (levantamiento popular), el 1 de Agosto (Batalla de Bailén), el 1 de Diciembre (Resistencia del pueblo de Madrid) y el 9 de Marzo (Proclamación y Jura de la constitución de Cádiz por parte de Fernando VII). Además de esta obra, Argumosa promovió y pagó casi en su totalidad un monumento a los Caídos durante el 2 de Mayo, que se erigiría en la capital española.
Si hay una palabra que define a Don Wenceslao Argumosa es la de patriota, un patriota de Guadalajara que realizó grandes sacrificios a favor de la independencia española.
José Luis Alguacil Rojo
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