La Opinión de Andrés Aberasturi
A.aberasturi
Andrés Aberasturi | Lunes 09 de febrero de 2015
Naturalmente no he visto el video del piloto jordano quemado vivo dentro de una jaula por los salvajes del llamado Estado Islámico. Ni lo he visto ni lo pienso ver. Sí he leído el informe que el Comité sobre los Derechos Humanos de la Infancia de Naciones Unidas ha hecho sobre estas bestias: venden, crucifican y entierran vivos a niños iraquíes; los utilizan como terroristas suicidas -especialmente a los discapacitados mentales-; los etiquetan con un precio y venden como esclavos sexuales.
Y Occidente lamenta y condena y Oriente, por fin, los países árabes que tanto han ayudado a la existencia de estos grupos de islamistas extremos, aunque ni siquiera ahora entonan el mea culpa, sí al menos se escandalizan de lo que sucede.
Y todos piden a EEUU que haga algo mientras que ellos se guardan muy mucho de tomar iniciativas militares.
Lo del Estado Islámico –que es hoy una amenaza universal, descontrolada y ajena por completo a cualquier tipo de solución política- no se soluciona con bombardeos selectivos ni tienen que ser los EEUU y Europa los que saquen –solos- las castañas de ese fuego brutal. Ya se sabe que las guerras se ganan con la infantería y esto es una guerra se mire por donde se mire y un crimen de lesa humanidad.
O los países árabes dan el primer paso y encabezan ellos la ofensiva -por su propio bien- ayudados en todo caso por otros países, o el desastre y la vergüenza seguirán campando a sus anchas en un nuevo capítulo que ya se está escribiendo sobre la indignidad y la barbarie de nuestra Historia. Esta vez en el Siglo XXI.
a.aberasturi