La columna de Economía de Arturo García
Miércoles 22 de octubre de 2014
En las últimas semanas han sido varias personas las que me han recordado las palabras de Juan Roig, presidente de Mercadona, durante la presentación de resultados de 2010: “2011 tiene una cosa buena: será mejor que 2012”. Yo, cuando lo dijo, creí que estaba exagerando. Todavía quedaba prácticamente el año 2011 por pasar, y ya había varios datos alentadores. Decir que el año 2012 sería peor que este año era demasiado aventurado.Sin embargo, debo reconocer que los datos españoles no invitan al optimismo.
La recuperación económica se está produciendo en los países fuertes de la Unión Europea, y a buen ritmo de forma general, pero España es caso aparte.
Hoy he visto en el Expansión el titular siguiente a cinco columnas: “los líderes aplazan la recuperación a 2013”. Dado que incluía la opinión de cuarenta “expertos”, me lo he comprado para leer con interés su previsión sobre la economía española. Coinciden todos ellos en que la recuperación ni está ni se le espera. Únicamente, y como dato anecdótico, hay mayoría de los “expertos” que señalan que el PIB está creciendo, aunque a menor ritmo del necesario para la creación de empleo.
Pues vale, admito pulpo como animal de compañía, pero no hace falta detenerse en estas nimiedades. Si un equipo pierde un partido por 3-0, y el entrenador dice que siendo objetivo no han jugado del todo mal y que hay que reconocer que no le han metido una manita, pues yo creo que hay que echar a ese entrenador. No hace falta perder 12-1.
Podemos ir a otras cifras, no opiniones, las de la economía del Estado español, que es al fin y al cabo las que pueden provocar el rescate de España o no.
La recaudación del Impuesto de Sociedades sigue desplomándose hasta abril a un ritmo del 14,5%, La de los Impuestos Especiales cae hasta abril un 4,6%. Respecto al Impuesto del Valor Añadido (IVA), la subida de la recaudación del 12% en los primeros cuatro meses del año sólo se sustenta gracias a la subida de tipos que entró en vigor en julio del año pasado, y que dejará de notarse a mediados de años. Los ingresos por el Impuesto de la Renta (IRPF), suprimiendo los efectos provocados por las modificaciones introducidas seguirían estancados. Y, mientras tanto, los gastos de las Administraciones Públicas siguen disparados. Por ejemplo, según los últimos datos de ejecución presupuestaria de las regiones, el gasto de las CCAA avanzaba en el primer trimestre a un ritmo del 5%.
Por su parte, el Banco de España señala algunos de los posible próximos pasos: una nueva subida del IVA, alza de impuestos sobre la propiedad inmobiliaria, otra rebaja del sueldo de los funcionarios, mayor control al gasto de las comunidades autónomas multando a las que tengan un déficit excesivo.
Como conclusión, se puede decir que ni por la opinión de los “expertos”; ni por las cifras oficiales, ni por las recomendaciones del Banco de España, ni por la frustrada salida a bolsa de Atento, ni por el descuento al que va a salir Bankia a cotizar, ni por nada … aquí queda crisis para rato.
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