GUADACUORE
REDACCION | Miércoles 22 de octubre de 2014
Ortega Cano ha abandonado el centro hospitalario notablemente desmejorado, con el pelo canoso y visiblemente más delgado. Lo ha hecho por la puerta principal acompañado por los miembros del equipo médico que le han atendido. A la salida, le esperaban varis medios de comunicación a los que les ha ofrecido sus primeras palabras: "¡Que Dios lo tenga en su gloria!", ha asegurado refiriéndose a Carlos Parra, el conductor fallecido. "Ha sido el peor toro que he toreado en mi vida. Por otra parte, el juez encargado del famoso caso denominado Operación Karlos ha dictado sentencia esta mañana, por la que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a María José Campanario y a su madre, Remedios Torres, a un año y once meses de prisión.A pesar de la mujer de Jesulín de Ubrique ha defendido siempre su inocencia, el juez le ha condenado por un delito de falsedad en documento oficial, de un año y siete meses de cárcel, y otros cuatro meses por el de estafa en grado de tentativa. Además, tendrá que hacerse cargo de una multa de 1.800 euros y su parte alícuota de las costas del juicio.
Sin embargo, teniendo en cuenta que la condena es inferior a los dos años, ni María José ni su madre tendrán que ingresar en prisión. Los que sí entrarán en la cárcel serán Francisco Casto, el inspector médico que ha sido condenado a nueve años y medio, y Carlos Carretero, considerado el cerebro de la trama, con cuatro años.
Por su parte, la familia de José Ortega Cano se encuentra "feliz" por el alta hospitalaria que ha recibido hoy el torero cartagenero aunque aún prefiere mantener "la cautela" en cuanto a su total restablecimiento. "Estamos en uno de los días más importantes para nosotros desde que José fue ingresado. El primer paso fue salir de la UCI después de un mes de tanta incertidumbre, pero hoy es diferente pues dejar el hospital después de todo este calvario es una feliz noticia", han reconocido vía telefónica. Sin embargo, aún queda mucho para que Ortega Cano vuelva a hacer vida normal, motivo por el que aunque ya pueda marcharse a su casa, "el alta clínica tardará en llegar", han precisado. "José está aún bastante débil. No puede apoyar ninguna de sus piernas y eso requiere una atención casi al minuto. Deberá seguir con la rehabilitación y llevando un tratamiento médico, y por eso hay que ser cautos aún, pero lo bueno es que ya nos lo llevamos a casa", han afirmado.
Dentro de "tres o cuatro meses", cuando se encuentre más recuperado, Ortega deberá pasar una vez más por el quirófano para someterse a una operación que aún le queda pendiente de colon. Sobre cómo va la situación con los abogados, después de que hace poco saliera a la luz los resultados del test de alcohol en sangre del día del accidente, en el que Ortega triplicaba las tasas permitidas, la familia no ha querido entrar en valoraciones.
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