La Opinión de Andrés Aberasturi
Andrés Aberasturi | Lunes 11 de mayo de 2015
Resulta curioso la acción/reacción no sólo de los partidos o los medios sino de también de nosotros, los ciudadanos frente a la ola de sondeos y encuestas con las que nos vamos a desayunar casi todos los días hasta el 24 de mayo por lo menos. Cuando son favorables, se llama a la prudencia con una risa floja por dentro que les resulta imposible disimular; cuando son negativas, se recurre al tópico –o no- de que la única encuesta verdadera es la de las urnas.
Pero Winston Churchill afirmaba con un cinismo fantástico algo que tiene que ver bastante con la realidad, pese a que los demoscópicos se nos pongan farrucos: “Sólo me fío de las estadísticas que yo mismo he manipulado”.
Pues no sé, pero lo cierto es que pese a que siempre hay una explicación posterior para todos los errores –en esto se parecen a los economistas- en la recientes elecciones de Gran Bretaña no han dado más que una en el clavo; el resto de resultados les ha sorprendido hasta a los propios ganadores. Se anunciaba un empate ajustadísimos y resulta que los conservadores han barrido.
Claro que esto no quiere decir nada, pero imagino que nuestros cuatro partidos en liza –más los dos medios partidos- que no van a parar hasta la generales. habrán tomado buena nota de que el ciudadano frente a una urna, al final es siempre un misterio, una sorpresa, o lo puede ser.
Aquí hay mucho indeciso y muchos que preguntados no-saben/no-constan. Lo más seguro es que la mayoría de ellos igual sí que saben, pero no contestan. La duda, claro, es lo que contestarán en su momento. Ahí puede haber sorpresas.
a.aberasturi
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