Así lo ve y lo escribe Joaquín Abad
En España sabemos que las categorías se negocian con dinero de por medio entre presidentes. Y muchas más cosas que no publican ni Marca, ni As, porque no convienen, claro.
REDACCION | Jueves 28 de mayo de 2015
La detención en Suiza de ocho directivos de la FIFA no debe sorprendernos. En todos los deportes hay apuestas, y maletines que van y vienen. Como en todos los negocios. En España sabemos que las categorías se negocian con dinero de por medio entre presidentes. Y muchas más cosas que no publican ni Marca, ni As, porque no convienen, claro.
Creo haberlo contado alguna vez en mis artículos. Pero hace años, muchos años, un joven presidente de un equipo provincial de fútbol andaluz me contaba los ofrecimientos de los presidentes de otros clubs, maletita de millones de por medio, para amañar algún que otro partido. No se si por medio estaban las mafias de las apuestas, o si era por el prurito de sumar puntos.
Lo que si me dejó con esa desazón, con esa sensación de que todo era posible, es cuando me aseguró que tenía claro que a los jugadores también les sobornaban para que en un determinado partido no jugaran lo bien que pueden y, dejarse ganar por el contrario. Y eso no lo podía controlar el presidente. Podía sospechar, pero no tenía claro que el pasado domingo el portero tuvo mala suerte y le colaron dos goles que debía haber evitado.
Está claro que no sólo son los constructores, los empresarios de servicios públicos, los que sobornan a concejales, partidos políticos para beneficio de su empresa.
Parece que la corrupción es lo que siempre ha existido, como la prostitución, que por más que la persigan algunos gobiernos no hay manera de evitarla. Es la sociedad la que soborna, la que compra, la que intenta el atajo para beneficiarse, para enriquecerse y no le importa si es ilícitamente.
Sólo al que cogen con el carrito del helado, como al político que sorprenden, lo crucifican para dar ejemplo. En un puro acto hipócrita porque todos saben que la corrupción está generalizada.
Me temo que estos ocho directivos de la FIFA detenidos en Suiza no son los únicos que se lo llevan crudo. Son los que Estados Unidos ha señalado, pero si se tira, que no se hará, del hilo se desenreda el ovillo, que dice el refrán. Pero no sufran, que no hay interés en tirar y descubrir la mentira que rodea el deporte profesional.
Como hay interés en que se tape la corrupción en la política profesional. Por supuesto.
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