CASTILLA-LA MANCHA

Intervención de la presidenta María Dolores Cospedal en el Día de la Región 2015

31 de mayo de 2015, Día de Castilla-La Mancha, Día de nuestra Región

Domingo 31 de mayo de 2015
Es cierto que – como dice Ortega – a veces las palabras no pueden transmitir todos los sentimientos que tenemos en el corazón.

Sin embargo, quisiera al menos expresar hoy con mis palabras una parte de mis sentimientos; sentimientos de gratitud, emoción, responsabilidad, sobre todo, de gratitud y admiración por el gran pueblo que tenemos, por la gran ciudadanía de Castilla-La Mancha.

Como todos sabemos, estos años han sido años duros y difíciles, tanto por la inmensa tarea que teníamos por delante todos los castellano-manchegos, como por la tremenda exigencia personal que realizar esta tarea nos exigía a todos y cada uno de nosotros.

Pero, además de ser años muy intensos, también han sido en cierto modo - a pesar del esfuerzo y de la dureza de las condiciones de muchos de nuestros conciudadanos, que todavía hoy no tienen un empleo- años gratificantes.

No es hora, en estos momentos, de hablar de la situación de emergencia económica, financiera, y hasta política y social, que teníamos hace cuatro años. Es hora, por el contrario, de hablar de la gratitud por todos aquellos hombres y mujeres de nuestra tierra que han trabajado para que pudiéramos salir de una situación de grave riesgo en la que nos encontrábamos y pudiéramos empezar a caminar.

El día de hoy va dedicado precisamente a todos ellos, a los galardonados y a todos esos hombres y mujeres anónimos que todos los días trabajan para hacer aquello que sabemos hacer los ciudadanos de esta tierra de una manera serena, humilde y callada, pero con perseverancia y con tesón; trabajar y trabajar mucho por conseguir nuestros objetivos.

Muchas gracias a todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha porque ellos, sin duda, son los auténticos artífices del abandono de eso que se llamaba, y que ya no se llama porque no lo tenemos, una recesión sin paliativos y de la apertura de la esperanza y de la recuperación que ya tenemos hoy.

Hoy, gracias a los esfuerzos realizados entre todos, sabemos que nuestra tierra es una tierra con porvenir, orgullosa de lo que hemos sido, de lo que somos y una tierra con un gran futuro.

Se ha hablado mucho de economía. A mí me gusta más hablar de las personas. Gracias a que la economía ha sido algo que hemos podido salvar entre todos con mucho esfuerzo, con mucho rigor y también con mucha eficacia, creo que hoy podemos decir que afortunadamente esa economía, de la que tan mal se habla en muchas ocasiones, ha hecho posible que podamos seguir disfrutando de unos servicios esenciales para los ciudadanos.

Que podamos hablar de una Sanidad universal, pública y gratuita; de una Educación que tiene que estar dedicada a la excelencia; que podamos hablar también, y no sin legítimo orgullo, de que hoy hay casi 10.000 personas más que hace 4 años están recibiendo una prestación por la dependencia; o de que nuestros mayores tienen más fácil el acceso a una plaza residencial y más seguro su futuro.

Hoy podemos hablar, gracias al esfuerzo de todos y cada uno de los que estamos aquí, de que hoy la deuda la tiene la Junta de Comunidades y no las Pymes, los trabajadores autónomos, los comerciantes, aquellos que prestaban sus servicios y ofrecían también toda su actividad al Gobierno regional.

Hoy esa deuda la tiene la Junta con las entidades financieras o con el Estado y a un interés claramente beneficioso como es el del 0 por ciento.

Hoy podemos hablar también de forma gratificante de que los ayuntamientos ya no tienen nada que demandar a la Junta de Comunidades, más allá de todo lo que tengan que seguir demandando todos y cada uno de los días los alcaldes y alcaldesas, que para eso están.

Y hoy podemos hablar también de forma orgullosa todos los castellano-manchegos de los 13 nuevos centros de salud, de los 13 nuevos quirófanos, de una Ley de Libre Elección de nuestro personal sanitario, de la implantación de la tarjeta electrónica o de la firma de convenios sanitarios importantes para muchas provincias de nuestra región.

Tenemos una sociedad cohesionada que no se olvida de aquellos que más nos necesitan. Tenemos una ley que nos hace sentir el orgullo de ser una sociedad solidaria: la Ley de Garantía de los Derechos de las Personas con Discapacidad, que establece que cualquier Ejecutivo que gobierne en esta región tiene la obligación de destinar el 1 por ciento del Producto Interior Bruto a las políticas destinadas a personas con capacidades diferentes.

Hoy podemos decir que tenemos un plan estratégico para cuidar de nuestras familias, de la manera que sea necesaria de acuerdo con lo que cada uno piense, y para aquellas mujeres jóvenes y no tan jóvenes que quieran ser madres y a las que tenemos que ayudar.

Hoy podemos hablar de que nuestros empresarios han estado a la altura de las circunstancias, como siempre, y están aquí representados entre los galardonados y también por el presidente de los empresarios de Castilla-La Mancha. Ellos han hecho mucho por nuestra tierra y gracias al empuje de nuestra fuerza empresarial ha crecido el nivel de exportaciones en nuestra región, en estos últimos años, un 70 por ciento y esto es un orgullo para todos y yo les quiero dar las gracias.

Decía antes César Egido que sin el talento, el empuje, el trabajo y la ilusión de nuestros empresarios no podríamos hablar de una sociedad con futuro y con prosperidad.

Y hoy podemos hablar de que entre todos, y gracias a un cuerpo docente magnífico, hemos conseguido rebajar un diez por ciento la tasa de abandono escolar temprano y de que, también hemos podido comprobar uno de sus efectos: hoy tenemos un Conservatorio Superior de Música en nuestra región y hemos creado algo que era tan demandado por muchos padres como las aulas especiales para niños con Trastorno del Espectro Autista a lo largo y ancho de nuestra región o que tenemos libertad de elección de centro y el Bachillerato de Excelencia para aquellos de entre nuestros jóvenes que quieran hacer un poco más de lo que les pedimos.

Hoy podemos hablar de que nuestra región no ha renunciado a nuestros orígenes, nunca lo hemos hecho. Y nunca lo vamos a hacer. Somos una región orgullosa de nuestra historia, de nuestro patrimonio, de nuestra cultura. Y además de eso, somos también una región orgullosa de no haber dado la espalda -más bien el contrario- a las nuevas tecnologías, a todas las inversiones que quieran venir, a la nueva investigación que quiera asentarse con nosotros para crear riqueza y para luchar por nuestro porvenir.

Hoy sabemos que hemos podido ser referente en toda España y en toda Europa con el Año Greco, y que lo tenemos que ser también este año y los que vengan con la conmemoración del IV centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote de la Mancha.

Y hoy podemos decir satisfechos que todo este riquísimo patrimonio tiene un origen primario, el sector agrario, que está creciendo de forma espectacular, que está colocando nuestros productos de calidad a lo largo y ancho de todo el mundo y que son un motivo de orgullo para nuestra región.

No se puede olvidar el origen si uno quiere conquistar el futuro. Y hay que cuidar de todo, como hemos hecho los castellano-manchegos a lo largo de nuestra historia.

Somos el reflejo de nuestro paisaje. Somos gente llana, sencilla, trabajadora, perseverante. Yo creo mucho en la perseverancia, y también somos gente de amplios horizontes y podemos mirar muy lejos y ver lo que somos capaces de lograr y de conseguir.

Hoy sabemos que somos capaces de conseguir todo aquello que nos propongamos. Que muchos no fiaban o no confiaban en lo que Castilla-La Mancha era capaz de hacer. Hoy somos una región que está creciendo, que está bajando el paro a un ritmo del 9,5 por ciento y que sabemos que podemos seguir haciéndolo más adelante, y estoy convencida de que así va a ser.

Creo que los castellano-manchegos estamos orgullosos de nuestro origen, de nuestra historia, de nuestro futuro y de nuestro porvenir. Mis paisanos, nuestros paisanos, vosotros que estáis hoy aquí, podéis sentiros legítimamente satisfechos porque todos -empezando por aquellos hombres y mujeres que se levantan todos los días sin esperar ninguna recompensa, nada más que el trabajo bien hecho- somos y sois los artífices de esta gran región que se llama Castilla-La Mancha.

Esta región, como todos los colectivos, necesita tener referentes humanos e institucionales que nos sirvan de faro de guía, que nos iluminen el camino y que nos digan también cómo hemos de comportarnos en los buenos momentos y, sobre todo, en los momentos más duros, porque en los momentos más duros es cuando un pueblo de verdad demuestra aquello de lo que es capaz.

Quiero agradecer a nuestros galardonados el esfuerzo y el trabajo que llevan realizando, algunos de ellos tantos años y otros menos por su juventud, pero sí en intensidad porque es digno de encomio, y yo lo quiero alabar y reconocer aquí.

Como habrán podido comprobar a lo largo de la entrega de galardones, y también desde que se publicaron los reconocimientos regionales, en esta ocasión queríamos tener una llamada especial a todo lo que ha significado el trabajo por nuestra región, por nuestra tierra, sin pedir nada a cambio.

El trabajo, el esfuerzo, la constancia, la perseverancia, la ambición -en el mejor sentido de la palabra- el mirar más lejos, más alto, y con más personas, cada vez con más personas. Por eso la placa al reconocimiento al mérito regional a la Federación de Deportes de Personas con Discapacidad Intelectual y a la de Deportes de Personas con Discapacidad Física. Queremos demostrarles -y así lo ha querido hacer el Gobierno de Castilla-La Mancha- el importante papel que realizan para favorecer la inclusión social de todos los castellano-manchegos, porque todos en cualquier momento de nuestra vida podemos estar dentro de ese grupo de personas que a veces llamamos con alguna discapacidad, y que en las más de las ocasiones demuestran que tiene muchas más capacidades de las que tenemos otros que nos creemos con todas las capacidades a favor. Por el enorme valor, por el enorme esfuerzo, por la ilusión y la alegría con la que viven su trabajo todos los días las placas de reconocimiento y de mérito regional creo que siempre están merecidas.

Si de algo he aprendido estos cuatro años es precisamente de los colectivos de personas con capacidades diferentes, que me han enseñado que siempre hay un poco más en lo que superarse, que siempre hay algo más en lo que se puede hacer mejor y que todo hay que hacerlo con el espíritu elevado, con el corazón alegre y en el caso de los creyentes, además, dando gracias a Dios.

También mi reconocimiento a Bodegas Lozano; a Cojali, de Ciudad Real; a Cooperativa Ajos San Isidro El Santo, en Las Pedroñeras, en Cuenca; a Mariano Hervás, de Guadalajara; y a Imefy, de Toledo. Empresas y empresarios que han demostrado que en los momentos más duros han sabido mantener el listón, han defendido sus empresas, su actividad empresarial, los puestos de trabajo de sus empleados, han seguido luchando, como siempre, o más que nunca, han trabajado sin decaer nunca el ánimo por hacerlo cada día mejor y porque sus productos y su actividad sean siempre de la mejor calidad, la marca de Castilla-La Mancha, que es a lo que todos tenemos que aspirar. Por ser representantes de una magnífica, emprendedora y luchadora clase empresarial, muchas felicidades a los cinco.

Cuando se habla tanto de la juventud, a veces es para elogiarla, solo por el hecho de ser juventud, y a veces es para decir “hay que ver cómo está la juventud de ahora”. Y premiando a David de Gea premiamos la mejor juventud que tiene nuestro país, la mejor; la juventud del tesón, de la ilusión, del trabajo bien hecho, de la constancia… En su caso, como deportista, del espíritu de equipo, del respeto a las reglas del juego, del afán de superación… lo mejor que tiene nuestra juventud. Y eso unido a que, como decía también el representante de nuestros galardonados, todos los niños de este país quieren ser futbolistas.

Yo no encuentro qué más se puede combinar en una persona, querido David. Lo que sí creo es que te puedo decir -en nombre de todos los castellano-manchegos- que nos sentimos muy orgullosos de que seas nuestro Hijo Adoptivo. Muchas gracias.

Antonio del Real nos dejó a todos enamorados con una película que está en la mente de todos. Con muchas más de sus obras, seguro que es así. Pero cuando alguien hace algo tan, tan bello, a veces es difícil valorar con justicia el resto de la obra. Hay muchas obras de un hombre tan polifacético como es Antonio del Real, que es actor, director, escritor… todo. Pero el río que nos lleva la plasmación cinematográfica de esa maravillosa obra literaria de José Luis Sampedro, con esa belleza y con esa representación de uno de los lugares más maravillosos de nuestra región, el Alto Tajo, y la bajada, el camino, el recorrido de los gancheros, y esa demostración del espíritu laborioso, callado, a veces taciturno, pero trabajador de los hombres y mujeres de Guadalajara, como de toda Castilla-La Mancha, esa parte castellana de nuestra tierra, está tan bien descrita y tan bellamente ilustrada en esa película que solo por ello, pero por todo lo demás y por ser como eres hablando de nuestra tierra, mereces este reconocimiento. Muchísimas gracias.

Felicidades a César Egido, al presidente del Museo de la Palabra, Hijo Predilecto de nuestra región. Por su incansable e inagotable labor al frente del Museo de la Palabra que, como él ha dicho, tiene un objetivo: hacer que la palabra sea el vehículo de transmisión para la relación entre los pueblos, y no otro, la palabra.

A él hoy que casi le faltaban las palabras, porque no podía hablar de la emoción, pero eso es muy bonito. Que te falten las palabras porque no puedes hablar de la emoción es bonito.

También es bonito que con la palabra se pueda decir todo aquello que es necesario decir. Que la convivencia en paz entre los pueblos y también entre las generaciones se haga a través de la palabra es algo fundamental. Y que haya un hombre dedicado desde su Quero natal, pero también en cualquier lugar de España por donde va, para mostrar la importancia de la palabra desde la tierra que vio nacer la mayor figura literaria de la historia, a Don Quijote de La Mancha, y que haga honor de forma altruista de esa vocación universal de transmitir esta bella lengua, que es la nuestra, pero cualquier otra de la que los hombres y mujeres nos podamos relacionar, creo que por sí solo es un mérito. Gracias por tanto amor a la palabra, querido César, y gracias por tanto amor a tu tierra.

De Valentín Arteaga hemos aprendido muchos de los que estamos aquí, yo desde luego sí. Su espiritualidad representada a través de su poesía, su fecunda labor en el ámbito del sacerdocio y de su orden, así como también su obra literaria, son un referente, un referente a nivel internacional. Yo estoy segura que el blanco y añil de Criptana y esos horizontes sin límites de su tierra ayudan mucho a la hora de pensar en lo que de verdad es auténticamente importante; y en eso don Valentín Arteaga siempre nos ha dado a todos una gran lección de humildad, de humanidad, también de profundidad, porque no hace falta ser religioso para entender la profundidad y el sentimiento de este castellano-manchego predilecto de nuestra región, por méritos propios y con todo nuestro agradecimiento. Muchas gracias nuevamente.

Qué les voy a decir de la Fundación El Greco, que ha hecho que el año pasado Castilla-La Mancha estuviera de moda en todo el mundo y particularmente la ciudad de Toledo, con la celebración de magníficos certámenes culturales de todo tipo y en particular conciertos y dos magníficas exposiciones aquí, en nuestra capital, en Toledo. Muchas felicidades a la Fundación por haber sabido ser, allí donde se unieron tantas voluntades para hacer que el año Greco, que fuera todo un éxito, y desde luego que lo ha sido. Muchas gracias a todos y enhorabuena.

Y el Hospital Nacional de Parapléjicos es uno de los hospitales referentes a nivel internacional. No es un hospital, Parapléjicos es la atención integral a las personas que tienen una lesión medular, entre la atención sanitaria, social, psicológica, formativa, educacional, también en el aspecto familiar, en las posibilidades de formar familias, en todo. Parapléjicos es un referente, y es una gran lección de vida visitar el Hospital Nacional de Parapléjicos y estar con los profesionales que se dedican de manera tan vocacional a que las personas que tienen algún problema de lesión medular puedan realizar la vida lo más normalmente posible y se encuentren integrados en la sociedad exactamente igual que los demás. Que este hospital de referencia internacional esté en Toledo, que tengamos a lo mejor de lo mejor aquí trabajando entre nosotros y que, además, sea un ejemplo magnífico de nuestra sanidad pública, porque es un hospital público, otros también son buenos fuera de nuestras fronteras, pero no tienen la condición de hospitales públicos, le han hecho merecedores de esta placa de reconocimiento, placa de plata conmemorativa de Castilla-La Mancha. 40 años son muchos años para ser cada vez mejor y ellos cada vez, me pueden creer, son mejores. Muchas gracias y 40 años más, como mínimo.

Y limpia, fija y da esplendor: la RAE, y no hay que decir más, todo el mundo sabe que la RAE es la academia del español que se habla en todo el mundo, es la academia que limpia nuestra lengua, que la fija y que le da el esplendor que se merece, que garantiza su unidad pero también su pluralidad, porque los 500 millones de hispano hablantes que somos a lo largo y ancho de todo el mundo también tenemos muchas variedades y riqueza lingüística que hay que reconocer, tanto en la semántica como en el propio vocabulario. Todo eso lo hace la Academia que, además, integra a las academias del español que se habla en otros lugares del mundo, fundamentalmente al otro lado del charco, y ahora que ha cumplido 300 años y que estamos hablando del año del Quijote, del Año de Cervantes el próximo año, reconocer a la academia que nos representa a todos los que hablamos el español, a esta bellísima lengua que tenemos la suerte de compartir entre todos a los que la defienden, la garantizan y nos ayudan a manejarla y a utilizarla mejor, queríamos que era un deber de gratitud. Estamos en el corazón de España, los castellano-manchegos nos sentimos parte integrante de este país y no queremos sentirnos de otra manera, nosotros somos españoles que vivimos en Castilla-La Mancha y que hablamos y sentimos en español, y nuestra Academia, la RAE, la es de todos los hispanohablantes. Muchas gracias por todo ese trabajo y por toda esa dedicación.

Cada uno somos artífices de nuestro propio porvenir. Y Castilla-La Mancha es artífice y protagonista de su propio porvenir. Yo creo que la obligación de los gobernantes y de este alto y noble oficio, porque yo así lo considero, de la política, es dejar las cosas mejor de lo que se encontraron.

Y creo también que los ciudadanos de Castilla-La Mancha pueden estar muy orgullosos, muy tranquilos y muy satisfechos, porque, aunque es verdad que hay muchos de entre nosotros que todavía necesitan esperanza, todavía necesitan un empleo y todavía saben que aún queda mucho por hacer, entre todos hemos puesto las bases para el crecimiento y para la creación de empleo; entre todos hemos puesto las bases para tener una sociedad más solidaria, más justa y más entregada a todos; una sociedad que cuida de aquellos que menos tienen, de aquellos que menos se pueden valer por sí mismos y que otorgue a aquellos que son los mejores de entre nosotros los alicientes necesarios para que nos hagan de faro, de guía y tiren de todos los demás. Así es como avanzan las sociedades. Cuidando de los unos y también cuidando de los otros.

Creo que Castilla-La Mancha tiene un gran futuro y un gran porvenir. Y creo que los castellano-manchegos nos merecemos ese gran futuro y ese gran porvenir, y que las familias de Castilla-La Mancha se puedan ver reconfortadas y satisfechas por que ese futuro y ese porvenir está absolutamente en sus manos.

Muchas gracias a todos y feliz día de Castilla-La Mancha.

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