Según Jiménez, la construcción del Campus no pudo iniciarse porque Román negó la licencia de obra

El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Guadalajara ha dado a conocer un documento que acredita que la razón por la que la empresa adjudicataria de la construcción de la primera fase del Campus Universitario suspendió el inicio de las obras fue que el Consistorio, dirigido por Antonio Román, no concedió la licencia de obra para que pudieran comenzar los trabajos. Dicho documento, fechado el 4 de abril de 2011, fue rubricado por la empresa adjudicataria de la obra (“Taller de Arquitecturas y Obras, S.L.”), los directores de obra, el coordinador de seguridad y la Delegación de Educación, y en él se hace constar que se suspenden las obras al no haber obtenido la licencia que debía conceder el Ayuntamiento de la capital. Las obras habían sido adjudicadas dos meses antes, el 7 de febrero de 2011, por un importe de 5.428.000 euros, para construir el edificio rotacional del área docente y usos comunes del Campus. SIGUE



Daniel Jiménez, concejal del Grupo Socialista, considera que la existencia de este documento acredita que “el PP, con Román y Cospedal a la cabeza, son los únicos responsables de que Guadalajara se haya visto privada de una inversión fundamental para su futuro”.

Jiménez ha añadido que “pese a las mentiras que los mandados de Román y Cospedal están intentando difundir, el Campus estaría ahora ejecutándose de no haber sido por el boicot premeditado del PP, que empezó con las trabas del alcalde para conceder la licencia de obra y ha culminado con la paralización total del proyecto ordenada por Cospedal”.

Para justificar la denegación de la licencia de obra, Román utilizó la estratagema de exigir a la empresa el pago del impuesto de construcción correspondiente a la totalidad del proyecto, cifrado en unos 100 millones de euros, en lugar del que debía aplicarse por la primera fase de las obras, adjudicada en 5,4 millones de euros. De esa forma, Román consiguió que la empresa constructora no pudiera asumir el pago de los casi 3 millones de euros que le exigía el Ayuntamiento y se escudó en eso para no dar la licencia.
“Los guadalajareños deben saber que Román, en lugar de colaborar y facilitar las cosas para que se haga una inversión de esta importancia en Guadalajara, con múltiples beneficios en forma de creación de puestos de trabajo y desarrollo económico, social y cultural, lo que ha hecho es perjudicar a la ciudad de forma deliberada y alevosa, impidiendo que pudiera llevarse a cabo”, subraya el concejal socialista.