El motoclub 'Qué Motos' de Trillo convocó este fin de semana a sus asociados, y en general a fans del mundo de la moto locales, a una jornada en torno a su afición en la que participaron en torno al centenar de trillanos
REDACCION | Martes 28 de julio de 2015
Día grande de la moto en el Julio Cultural trillano. En torno a un centenar de personas han respondido a la convocatoria que el Club local, 'Que Motos', ha organizado en torno al mundo de las dos ruedas este fin de semana.
Rock and roll y excelente ambiente en el inicio de la jornada. Todas las motos quedaban alineadas en las instalaciones del Motoclub de Trillo, situadas en las inmediaciones del circuito de Motocross. Fueron cincuenta los 'pingüinos' que llevaron sus máquinas hasta la salida. Expuestas frente a la puerta, había modelos de carretera y trail, de todas las marcas y épocas, e incluso algunas customizadas.
Antes de que la caravana motociclista saliera en dirección a Valfermoso de Tajuña, aficionados e invitados calentaban motores con un suculento desayuno, a base de huevos fritos y torreznos, que con apenas veinte grados a las diez de la mañana en los altos trillanos, apetecían. La de hoy ha sido la VI edición en la que el Motoclub ribereño organizaba una actividad en el Julio Cultural.
“La fórmula funciona muy bien. Pretendemos hacer afición a las dos ruedas, incidiendo siempre en la seguridad vial, y una jornada de hermanamiento en la que un grupo de amigos, del club y de fuera del club, lo pasan bien en torno al mundo de la moto”, valora Juan José Bodega, presidente del colectivo.
Después del desayuno, al filo de las once y media de la mañana, la caravana motera salía en dirección a Valfermoso. “Con la ruta, siempre promovemos el turismo hacia la comarca”, explicaba en la mañana del sábado Bodega. Los pingüinos trillanos hicieron un recorrido de 115 kilómetros, que tenía su punto intermedio en la localidad alcarreña, “un lugar famoso en el gremio porque a la llegada hay un puerto con 103 curvas”, proseguía Bodega. Allí, los trillanos tomaron un aperitivo, antes de emprender el camino de regreso. Ya de vuelta en las instalaciones de la piscina, los motoristas compartieron comida, cánticos locales, risas y juegos de cartas hasta bien entrada la tarde. Importante ha sido el orden en la circulación, puesto que en ningún momento los moteros se adelantaron unos a otros, y también la circulación con el más escrupuloso respeto de los límites de velocidad.
El club 'Quemotos' de Trillo tiene medio centenar de socios de entre los 25 años y los 57 años, y el corazón partido entre las motos de carretera y las de campo. Además de esta actividad, que organizan en el Julio Cultural, el Club programa otras dos salidas más, una en primavera y otra en octubre, y el que llaman “día del barro”, en el mismo circuito de motocross.
De la partida fueron las concejalas trillanas, Marta Pérez y Beatriz González, que acompañaron a los integrantes del club, y aplaudieron “su buen humor, ejemplar organización de la actividad y la afición, bien entendida, que transmiten por el mundo de las dos ruedas”, valoraba Marta.
Noticias relacionadas