El diputado delegado de Turismo, Jesús Parra, resalta la apuesta de la Diputación por el impulso de nuestro turismo y por la conservación de nuestras fiestas más tradicionales
REDACCION | Jueves 03 de septiembre de 2015
Los Cencerrones de Cantalojas y el Belén Viviente de la localidad de Uceda ha sido declarados fiestas de Interés Turístico por el Pleno de la Diputación Provincial que ha tenido lugar hoy. El diputado delegado de Turismo, Jesús Parra, ha incidido en la apuesta de la Diputación “por conservar y promocionar nuestras tradiciones en aras a impulsar nuestra rica y variada oferta turística” que incluye un amplio abanico de fiestas de interés turístico. “Somos conscientes de la importancia de apoyar nuestras manifestaciones tradicionales que además de enriquecer y salvaguardar un extraordinario acervo de cultura popular tradicional, potencia y optimiza la actividad turística de nuestra provincia”, ha añadido Parra.
La fiesta de los Cencerrones constituye una tradición inequívoca en Cantalojas cuyos ingredientes propios forman un conjunto peculiar con enorme atractivo turístico que goza de extraordinaria aceptación y seguimiento popular en la localidad y sus alrededores siendo la única localidad de nuestra provincia en la que pervive y se celebra todavía esta fiesta. Dada la creciente asistencia de visitantes que cada año acude a presenciar esta celebración, puede considerarse como un recurso turístico d enorme relevancia para este pequeño municipio, según consta en la propuesta de declaración en relación con la solicitud formulada por el Ayuntamiento de Cantalojas y la Asociación Cultural Hayedo de Cantalojas. De la fiesta de los Cencerrones se tienen noticias desde hace 75 años, en torno al año 1940, aunque cabe pensar, según los informes técnicos, que goza de mucha más antigüedad debido a la presencia de algunos elementos que formaron parte de ella en su día, tales como la presencia de dos carneros con flores en la cabeza relacionados estrechamente con ritos ancestrales. En la actualidad, comienza a celebrarse el día 8 de diciembre, festividad de la Virgen, finalizando su actividad festiva el día 24 de diciembre, día de Nochebuena, con la Misa del Gallo con el fin de adorar al Niño, la dramatización, ofrenda de la cordera a la Virgen y canciones populares propias del tiempo de la Navidad, en la iglesia.
La calidad de los actos, cuidados al detalle, los distintos elementos que la componen que se van enriqueciendo con cada celebración y los variados espacios donde tiene lugar, hacen que esta manifestación folclórica-cultural goce realmente de vistosidad y expectación, lo cual hace que año tras año la afluencia de público asistente amantes de la cultura tradicional sea notable.
En cuanto al Belén Viviente de Uceda se ha atendido también la solicitud realizada por el Ayuntamiento ya que la escenificación de la Adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús constituye cada Navidad en esta localidad un magno acontecimiento festivo-religioso que goza de seguimiento y aceptación popular. En la actualidad, estas celebraciones vienen a formar parte de uno de los objetivos prioritarios del denominado turismo cultural, que es precisamente una de las modalidades sectoriales de la oferta turística que mayor incremento ha experimentado en los últimos años.
En este caso en concreto se trata de la escenificación del anuncio por parte del Ángel a unos pastores del nacimiento de un niño en Belén, que es el Mesías que tanto esperaban. Estos pastores recorren las calles en busca del recién nacido, transcurriendo por diferentes escenas y situaciones, que se realiza el sábado y domingo más próximos al día de Navidad. Esta celebración se remonta a la Navidad del año 2006, con únicamente cuatro escenas representadas por 15 actores.
Según los informes técnicos, cada año esta celebración ha mejorado ostensiblemente el carácter y envergadura de la representación, aumentando de forma notable el número de actores participantes y los propios medios técnicos tales como sonido o iluminación. Igualmente, hay que destacar la relevante ambientación de la festividad, con un vestuario que con el paso de cada edición ha alcanzado una calidad ciertamente significativa.
En la actualidad, unas 90 personas de todas las edades, de tres años el menor y de 89 años la persona de más edad llegando incluso algún año a contar con la colaboración de un recién nacido, participan en una iniciativa que cada año intenta mejorar con la incorporación de algunas novedades, aunque respetando el sentido religioso de lo que significó el nacimiento de Jesús y aquellos días previos al acontecimiento. Un total de 15 escenas, desde la Anunciación hasta la Adoración del Niño, se van sucediendo ante la atenta mirada de cientos de visitantes que siguen con interés la representación en distintas localizaciones del municipio, en la última edición aproximadamente un millar de personas han podido disfrutar de una puesta en escena en la que se implica buena parte de los vecinos del pueblo.
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