REDACCION | Viernes 23 de octubre de 2015
La madre de la mujer que fue asesinada, supuestamente, por su pareja cuando estaba embarazada de ocho meses en Cifuentes (Guadalajara) en 2013 ha señalado este viernes en el juicio que su hija quería dejar al acusado.
Durante su declaración en la segunda sesión de la vista oral que comenzó ayer en la Audiencia Provincial de Guadalajara, la madre de C.D.C, de 32 años, madre de tres hijos y embarazada de ocho meses, ha asegurado que su hija la llamó llorando y le dijo que "no podía nadar contra corriente".
También le manifestó su intención de dejar la relación con el acusado, J.M.B.V., de 39 años.
La víctima contó a su madre, según ha relatado ésta, que el acusado le dijo "que no iba a permitir que la criatura estuviera una semana aquí y otra allá como sus hijos mayores" en relación a la custodia compartido con su exmarido.
En la misma línea se ha manifestado la hermana de la víctima quien, al igual que la madre y pese a la distancia, ya que vivían en Perú, mantenían una estrecha relación con la mujer asesinada.
La hermana ha asegurado que su hermana y el acusado no estaban bien como pareja: "Ella me había llamado en los últimos meses llorando y diciéndome que no entendía su cambio de actitud. Esa tosquedad y frialdad", ha relatado.
Tanto la hermana como la madre han manifestado que conocían sus frecuentes discusiones y, en concreto, la madre ha señalado que ella vivió alguna telefónicamente.
También han declarado hoy varios amigos de la pareja que han calificado tanto a la víctima como al acusado como "una pareja normal".
Los hechos tuvieron lugar en septiembre de 2013 cuando J.M.B.V. mantuvo una fuerte discusión en la que golpeó en la cabeza a su pareja a la que causó la muerte.
El acusado trasladó el cadáver a una nave de su propiedad a las afueras de la localidad de Cifuentes, donde descuartizó el cuerpo y lo enterró en cal en diversos puntos de la parcela.
Posteriormente, el acusado desarrolló una estrategia para evitar su inculpación y obstaculizó con distintas versiones la investigación, lo que no llevó a descubrir el paradero de la mujer hasta un mes después de los hechos.
El Ministerio fiscal solicita 15 años de cárcel por un delito de homicidio, mientras las acusaciones particulares elevan la petición a entre 20 y 25 años sumando los delitos de asesinato, aborto, robo y profanación de cadáveres con agravante de parentesco.
Por su parte, la defensa considera un homicidio imprudente y pide una pena máxima de dos años.
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