OPINIÓN

Del escaño… al banquillo

Lord Charles Albert

Lord Charles Albert | Miércoles 22 de octubre de 2014
Hoy es 20 de septiembre. El próximo viernes 23 de septiembre, empezará oficialmente el otoño. Pero hoy es 20 de septiembre; 20 de octubre y 20 de noviembre. Dos meses exactos para la celebración de las elecciones generales. El 20 de noviembre, ¡todos a votar! Es, según dicen, la fiesta de la democracia. Pocas cosas hay en nuestro país que unan más a los políticos españoles que una buena inauguración. Ante una cinta con la bandera de España y unas tijeras, alcaldes, presidentes autonómicos y ministros olvidan sus diferencias políticas, mientras se fotografían sonrientes y hacen declaraciones sobre lo importante que es que el país crezca, se cohesione y avance. Sin embargo, esas obras las pagamos todos nosotros con nuestro dinero y las preguntas que nos surgen a muchos de nosotros son: ¿merecen la pena estas obras?, ¿cuánto han costado? y sobre todo, ¿eran realmente necesarias?. Hace poco cayó en mis manos un Estudio realizado por los mayores expertos españoles en el campo de la economía de las infraestructuras. En el informe se analizaba pormenorizadamente, el estado de las infraestructuras españolas y sobre todo, la rentabilidad de las mismas. Algunas de las conclusiones eran las siguientes: Las infraestructuras en España son caras, poco útiles y son pensadas más con criterios políticos que económicos y no sirven para impulsar la productividad. SIGUE


Y además, se adjudican con procedimientos ineficientes que acaban encareciendo la obra, y sembrando la duda de la corrupción. La ventaja de malgastar el dinero público en obra pública es que no es fácil encontrar a alguien que se oponga. Ningún político o, incluso, ningún medio de comunicación querrá aparecer como contrario a una obra, porque eso le traería problemas en los territorios por los que pase la citada obra. Cualquiera que critique el Aeropuerto de León, o el ramal del Ave a Huesca o la nueva autovía que unirá Soria con Madrid será tachado de antileonés, antioscense o antisoriano, en definitiva, un antipatriota.

En España, los ejemplos de dispendio de dinero público son muchos, y a cual más sangrante.

Los kilómetros de Alta Velocidad Españoles son los más numerosos de Europa, nada más y nada menos que 2.665 Kms de Línea de Alta Velocidad frente a los 1.085 de Alemania o 1.896 en Francia. Cuando se construían esta ingente cantidad de kilómetros ¿se consideraba la viabilidad de la inversión? ¿se pensaba en lo adecuado del gasto en consonancia con el servicio prestado?. El caso del AVE Toledo a Albacete es un claro ejemplo de que el único criterio a la hora de realizar estas inversiones fue el provecho electoral. Esta línea le costó al Estado (a todos nosotros) 3.500 millones de euros, para ser cerrada 6 meses después de su inauguración, debido a que solo la usaban 9 pasajeros diarios.

Llegamos a la joya de la corona del despilfarro del dinero público : los Aeropuertos. El de Ciudad Real con la pista más larga de Europa no acoge ningún vuelo; el de Castellón, solo ha servido para que un político de allí, tenga un estatua en la entrada de más de 25 metros. Y el aeropuerto de Huesca, hasta la fecha, no ha recibido ningún vuelo comercial en 6 meses.

Si el despilfarro de los políticos se tipificara como delito penal se terminarían los viajes del gratis total, los coches oficiales de 400.000 euros con nidos de ratones incluídos, la redecoración de los despachos suntuosos con lujo asiático, los banquetes frenéticos con mariscadas interminable, los móviles de última generación disparados, los cortejos de asistentes, secretarias y ayudantes protocolarios innecesarios y las obras e infraestructuras faraónicas que acabamos de enumerar y que están financiadas y pagadas por el dinero público, extraído con carácter casi confiscatorio de nuestros bolsillos.

María Luisa Cava de Llano, Defensora del Pueblo, ha propuesto al Ministerio de Justicia el fin de la impunidad para el político manirroto, y quiere que el despilfarro de los políticos sea tipificado como delito penal. Los políticos derrochadores tendrían que enfrentarse con un tribunal y con el eventual castigo, cárcel incluida, de la sentencia judicial. Ojalá que esta iniciativa llegue a buen puerto. Buena suerte Defensora del Pueblo, la vas a necesitar
Muchas gracias por haber tenido la amabilidad y paciencia de leerme. Un saludo.

Fdo.: Lord Charles Albert