GUADALAJARA

El Segontia Folk cuelga el cartel de no hay billetes

El XXIX Certamen José María Canfrán se llenó por completo la capacidad del Auditorio de El Pósito con los sones de la dulzaina más tradicional

REDACCION | Domingo 24 de enero de 2016
Después de las celebraciones tradicionales, y de la Misa de San Vicente que ofició el obispo de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, a partir de las 19:30 horas daba comienzo del 'XXIX Certamen de Dulzaina José María Canfrán'. Lo abrieron, como cada año, los 'Dulzaineros de Sigüenza', herederos del buen hacer del malogrado Canfrán. En la actualidad, el grupo musical lo integran Carlos Blasco, Juanjo Molina, David Serrano, Agustín Canfrán y José Antonio Arranz. Juntos siguen haciendo música a pie de calle por todas aquellas localidades guadalajareñas que reclaman su presencia. Interpretaron unas Danzas de Molina y terminaron con un Pasacalles de Noviales (Soria).

Continuaron los 'Dulzaineros de la Cofradía de San Vicente', que proceden, fundamentalmente de la vecina, geográfica y sentimentalmente, provincia de Segovia. El gaitero Alfredo Ramos era uno de ellos. “Este año ha habido un ambiente excepcional en la fiesta de San Vicente de Sigüenza, empezando por la hoguera, en la que hubo una animación bárbara, con las calles llenas de gente y de música, que es lo bonito. Eso es lo que motiva a los gaiteros”, valoraba.

Como 'Dulzaineros de la Cofradía', los gaiteros hicieron primero un baile de rueda, corrido, muy tradicional de la tierra de Segovia, recogido en el cancionero de Agapito Marazuela. Después, interpretaron una pieza curiosa, en la que Pablo Zamarrón, amigo personal del gran José María Canfrán, tocó una flauta hecha con cuerno de cabra, acompañado a la percusión por sus compañeros con hueseras, “que aprendimos en un pueblo de nuestra sierra”, para terminar con dos fandangos tradicionales interpretados con dulzaina, tamboril y bombo. “Son dos temas originarios de lo que era unos de los sesmos de la comunidad de la tierra de Segovia, que actualmente está en Madrid, cerca de la localidad de San Lorenzo de El Escorial, recopiladas por el maestro García Ramos”.

'Tierra de Pinares 415' desglosaron parte de su trabajo '415 los vértices de la esfera' siendo fieles a los patrones establecidos por la tradición a través de la selección de un repertorio basado en informantes de renombre como 'El Tío Tocino' o 'Mariano Contreras'. Pero, al igual que en el disco, fueron un poco más allá, jugando con instrumentos como la guitarra y bajo eléctricos, y con armonías vertiginosas y arreglos cuanto menos, sorprendentes.

Los aragoneses 'Pasatrés' sorprendieron y encandilaron al fervoroso público seguntino. Dos músicos con una amplia trayectoria en la música tradicional aragonesa, Jonás Gimeno y Diego Escolano, tomando como referencia sonora la formación de los gaiteros, nombre que en Aragón reciben tradicionalmente los músicos populares, interpretaron sobre el escenario de El Pósito músicas tradicionales de su tierra con dulzaina, gaita de boto, el chiflo y el salterio y distintas percusiones.

Ayer sábado, a partir de las 17:30 horas, en la Plaza Mayor el programa anunciaba el 'bibitoque'. Hora y media antes, allí estaban Jaime Gómez Olalla y Jesús Canfrán, preparando las tracas de petardos y el toro de fuego, para que todo saliera a la perfección. De nuevo los 'Dulzaineros de la Cofradía', mezclados con los de 'La Travesaña' y los de 'Sigüenza', pegados a los soportales, hacían una pieza tras otra. Los más osados se arrancaban a bailar. La ciudad, y los muchos visitantes que ha recibido este fin de semana, acudían al sonido de los petardos y los cohetes anunciadores, que se elevaban por encima de la Catedral. La Plaza se llenó de niños que recogían los caramelos que les iban arrojando los gigantes y cabezudos. El alguacil de Sigüenza, Juan Somolinos, salía, cada diez minutos, al centro del ágora, para efectuar el disparo de juegos japoneses. Ya caída la tarde, los pirotécnicos, Canfrán y Gómez Olalla, se convertían en las piernas y los brazos de los toros de fuego.

El segundo concierto del Segontia Folk, fue uno de los momentos más esperados del fin de semana. 'La Musgaña' volvía, ahora en formación de quinteto, a tocar a la ciudad del Doncel. “Habíamos actuado en una ocasión anterior en el Parador”, contaba ayer el bajista del grupo, y su alma mater junto a Jaime Muñoz a los vientos, Carlos Beceiro. El concierto fue presentado por el concejal de Turismo de Sigüenza, Oscar Hernando, que dio las gracias a AES Sigüenza por apostar por un evento como este, “con vocación de continuidad, que reivindica los valores seguntinos, por lo que este Ayuntamiento siempre estará detrás, para colaborar”, dijo.

'La Musgaña' presentó en Sigüenza su nuevo disco, un álbum muy especial que se llama 'Si supiera que cantando', editado en el trigésimo aniversario del grupo. El título es el inicio de una copla que se repite en varias estrofas. “El disco tiene algo de recopilatorio, puesto que repasa algunos de nuestros clásicos, combinados con temas inéditos. Todas son canciones cantadas, un proyecto nuevo, puesto que hasta ahora, lo que habíamos hecho era música instrumental, con colaboraciones puntuales a la voz”, valoraba Beceiro poco antes del concierto.

Sobre el escenario, cinco músicos sobresalientes encandilaron al auditorio, en el que no cabía un alfiler. Como pasara con el Certamen de José María Canfrán, se completó el aforo con cerca de 300 personas. Marta De la Aldea, con su voz personalísima, Antonio Toledo a la guitarra, con un swing excepcional, Sebastián Rubio, batería y percusión –también lo es de Radio Tarifa-, Jaime Muñoz a los vientos y Carlos Beceiro al bajo, hicieron prácticamente completo el nuevo disco, ante un público heterogéneo, que aplaudió cada una de sus interpretaciones. “Con Marta habíamos llevado a cabo alguna colaboración anterior, en un disco para niños, y ya vimos entonces que el proyecto tenía recorrido, por eso la hemos retomado”, valoraba ayer el bajista.

Y con la efigie de Canfrán detrás, hicieron un tema tras otro, hasta meterse al público en el bolsillo. No faltaron las alusiones al querido compañero Quique Almendros, que no puede acompañarles ya en el escenario. Fue primero el público quien lo recordó con cariño. Depués los músicos le dedicaron uno de los temas e hicieron varias alusiones a su amigo.

En plena presentación de su disco, 'La Musgaña' actúa próximamente en Toledo y Murcia. Beceiro destacaba ayer el excepcional ambiente música tradicional y de dulzainas que se vive en Sigüenza este fin de semana. “Hemos bebido mucho de la fuente de la dulzaina y estamos encantados con lo que hemos visto”, reconocía el bajista. Para terminar el concierto, con dos bises, Muñoz agradeció la apuesta del 'Segontia Folk', que mezcla la iniciativa pública con la privada.

La mañana de hoy domingo ha comenzado con el espectáculo de la Compañía de Circo y Teatro Tiritirantes. La compañía ha representado 'A su servicio', en un Auditorio de El Pósito, igualmente lleno, principalmente de niños.

También hoy domingo, para amenizar el vermú, el Segontia Folk ha programado un concierto de la Orquestina de la Abuela Pina. La Orquestina surgió hace tres años. “Nos contrataron para hacer una corrida de toros, y pensamos que era poco tocar la dulzaina y el tamboril sólo, así que nos unimos a amigos que tocan saxofón, tuba y percusión, y preparamos unos arreglos para tocar las partituras de la banda en esta formación. Funcionó bien, y ahí quedó la idea. Al año siguiente nos pidieron que amenizáramos un baile de vermú en un festival de Cuéllar, de donde somos, y retomamos el proyecto. Preparamos un repertorio de bailables con esta misma formación, pero añadiéndole el clarinete. La Orquestina gustó mucho al personal. Hicimos piezas desde el año 1915 hasta el año 1950, aproximadamente, con la idea es recuperar el sonido de estas formaciones, cuando se tocaba a pie de calle, para lo que hemos hecho un repertorio adecuado y muy divertido”, contaba ayer Alfredo Ramos, que también es uno de sus integrantes.

El origen del nombre es curioso. Sus componentes le rinden homenaje a la abuela de tres de ellos, Agripina Benito, que vive todavía. De hecho tiene 100 años, camino este año de los 101, y con salud. “Le gusta mucho que seamos músicos. En su vida ha disfrutado mucho con la dulzaina y la música en general, y siempre nos ha apoyado en todo. La abuela nació precisamente en el año 1915, por eso, nuestro repertorio hace un recorrido por los años que le ha tocado vivir a nuestra abuela, por la música tradicional del siglo XX. Hacemos la música que nuestra abuela ha escuchado y ha bailado, desde lo tradicional puro de dulzaina, hasta las orquestinas y luego lo más moderno”, explicaba ayer Ramos.

Para esta tarde queda el concierto de Landeral. Soltxu R. Aguirresarobe, su percusionista y panderetista, explicaba ayer que “somos un grupo que se ha juntado con el propósito de pasarlo bien y de hacérselo pasar bien a la gente y de dar a conocer la música de Cantabria”. Soltxu explicaba ayer que en Cantabria por su ubicación cuenta con una mezcla de ritmos heterogénea, “tenemos la gaita como en Asturias, flauta de dos agujeros, acordeón, clarinete y dulzaina, entre otros instrumentos”. El grupo, en su pretensión de dar a conocer el folklore de una “provincia pequeña”, siempre bebiendo de la tradición, “que estudiamos cada uno desde nuestra musicalidad y disciplina”, y componiendo temas, “que siguen el patrón de los ritmos tradicionales de Cantabria”.

Landeral presentará esta tarde en El Pósito su nuevo disco, 'Subiu', “que es la forma en que los cántabros nos referimos a la acción de ponernos a cubierto, a buscar un refugio”, una palabra de allí, al igual que “landeral, que se refiere a un lugar donde hay muchas bellotas”. El grupo está muy satisfecho con el resultado de su trabajo del que esta tarde desplegarán todas sus armonías y fuerza. Sobre iniciativas como el 'Segontia Folk', Soltxu se refirió a que es magnífico que haya propuestas como esta que “desestacionalicen el folk del verano”.

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