Domingo 01 de mayo de 2016
Ahora que estamos prácticamente a final de curso, si tuviéramos que evaluar y calificar al Sr. García Page como presidente de Castilla-La Mancha en estos casi 10 meses de gobierno, no sería ni complicado ni dudoso: SUSPENSO.
¿Por qué? Muy claro y evidente. El presidente actual de nuestra región, a pesar que no ganó las elecciones, no tiene, como así se dice en el mundillo educativo, ni los conceptos, ni los procedimientos ni las actitudes requeridas para desempeñar correctamente la responsabilidad que le corresponde como titular de esta comunidad autónoma.
Carece de conocimientos y herramientas adecuadas en los diferentes ámbitos de gestión, especialmente en el ámbito educativo y sanitario, y se visualiza claramente en su falta de proyecto para Castilla-La Mancha; en su afán destructor de todo lo que hizo la presidenta Cospedal a favor de nuestra región; en sus tardíos y antisociales presupuestos; y aún más en sus constantes y desafortunadas declaraciones.
La pasada semana, Emiliano García Page nos volvió a sorprender, a mí personalmente a indignar, con sus afirmaciones referidas a las pruebas de evaluación orientativas y diagnósticas para tercero y sexto de primaria, recogidas en la LOMCE. Dijo que su Gobierno no va "a someter a la tortura y a la presión psicológica a los niños y a sus familias". ¿Con estas declaraciones inapropiadas, desacertadas, y fuera de lugar, quería usted Sr. García Page superar a las intolerables palabras de su consejera de Educación cuando afirmó “que por fin la educación en Castilla la Mancha va a ser roja”? Busquemos en la RAE qué es tortura: “grave dolor físico o psicológico infligido a alguien, con métodos y utensilios diversos, con el fin de obtener de él una confesión, o como medio de castigo”. ¿Cómo se atreve, Sr. García Page? ¿Se puede ser más demagogo? Eso sí, usted es rotundo en sus intervenciones, a pesar de decir barbaridades. Se mete la mano en el bolsillo, mira hacia el frente, saca una leve sonrisa, y lo suelta. Seamos serios, dejemos de meter miedo a las familias sobre todo seamos responsables. El presidente de una región no puede saltarse la ley. No puede, por intereses partidista y meramente por diferencias políticas, incumplir la normativa, y tampoco rechazar unas pruebas que lo único que pretenden es valorar la situación del alumnado para desarrollar posteriores planes de actuación y mejorar.
¿Qué son realmente las pruebas de evaluación de sexto de Primaria, también las de tercero, que se recogen en la actual Ley de Educación y que deben de aplicarse en todas las comunidades autónomas? Van dirigidas a comprobar el grado de dominio del alumnado de destrezas y habilidades en expresión oral y comprensión oral y escrita, cálculo y resolución de problemas. En caso de resultar desfavorable, los equipos docentes deberán adoptar las medidas ordinarias o extraordinarias más adecuadas. Son orientativas y no condicionan el sistema educativo. Y son fundamentalmente para corregir lo que no funciona y reforzar lo que sí funciona.
¿Hay alguien que pueda oponerse a que se pongan en marcha valoraciones del alumnado para reducir el fracaso y abandono escolar? Esto lo hacemos en todos los ámbitos de nuestro quehacer diario ¿Hay alguien que no quiera mejorar? Pues sí, se han opuesto todas las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE, lo cual demuestra exclusivamente que se trata de una línea estratégica y política, y por tanto no educativa. Y por supuesto, también en Castilla-La Mancha. El Sr. García Page no quiere las pruebas en tercero ni de sexto, pero sí lo hará en cuarto. Incomprensible.
Por eso, y viendo esta actitud del PSOE, desde el Partido Popular, seguimos haciendo una propuesta clara, seria y decidida en el ámbito educativo: Un pacto por la Educación, libre de ideologías y partidismos. Como dijo el presidente Rajoy: “Queremos un gran pacto educativo. Mejorar la educación es un fin en sí mismo. La educación mejora a las personas, las hace más libres, más independientes, más fuertes, les sitúa en mejor posición para tomar sus propias decisiones, garantiza la igualdad de oportunidades de todos y contribuye a un país de ciudadanos libres e iguales”. Necesitamos un gobierno estable, responsable y serio, un gobierno del PP, que apueste de verdad por un Pacto por la Educación, por una educación de calidad que asegure el futuro de nuestros jóvenes y el progreso de nuestra sociedad.
Ana González
(Senadora del PP por Guadalajara)
Noticias relacionadas