Con la misa, procesión y bendición de los campos, a la altura del camino de la Veguilla, y por la tarde con la convocatoria del tradicional campeonato de bolos billa y con la actuación del hombre orquesta, Ignacio Simón
REDACCION | Lunes 16 de mayo de 2016
La villa alcarreña de Escariche celebró ayer, según la arraigada costumbre en la localidad, el día de San Isidro. Poco antes de la una de la tarde sonaron las campanas para reclamar la atención de los vecinos a propósito de la fiesta en honor al patrón de los labradores.
Puntual empezó la misa. Ofició la ceremonia el párroco local, Hilario Murillo. En el altar aguardaba la talla en madera del Santo, y a su término, los fieles levantaron a hombros al Santo y lo sacaron en procesión por la calle de la Virgen de las Angustias de Escariche, en dirección a los campos, este año más verdes que nunca, de Escariche.
Según recordaba Luis Moreno, “antiguamente lo subíamos a las eras y al santo”, pero desde hace unos años, el recorrido se ha dulcificado, y según el año, se elige esta otra alternativa. Ayer, la procesión llegó hasta la Ermita de la Virgen de las Angustias, a la altura del camino de la Veguilla. Una vez llegó allí ayer, Hilario Murillo bendijo los campos. “Este año el tono de mi oración ha sido de agradecimiento al Santo, porque ha caído un agua preciosa en todos estos días”, decía en la tarde de ayer el párroco. No faltaron las peticiones para que la fertilidad de la tierra no la arrebate el granizo y para que el santo evite las heladas. Al fondo, el verde radiante del valle, que todo lo inundaba.
Ya por la tarde comenzaba la parte lúdica de la fiesta de San Isidro, con el tradicional campeonato de bolos billa que se convoca en la misma Plaza Mayor. Hombres y mujeres han celebrado el suyo por separado, para lo que se pusieron, con orden milimétrico y reparto de tareas, los seis bolos a la distancia adecuada. “Se trata de dejar sólo uno en pie con la billa”, aclaraba Mariano López, que se prepara en estos días para participar en Pastrana representando a Escariche en un campeonato provincial. Sin embargo, no fue él quien se impuso ayer, sino Antonio Pérez, que con un tiro magistral deshizo el empate con Pedro Ruiz, que fue segundo. El tercero fue José Cuéllar.
En féminas, el primer premio se lo llevó Elena López, segunda fue la alcaldesa de Escariche, Carmen Moreno, y tercera Miriam Calvo. Para terminar con buen pie la tarde deportiva, los vecinos del pueblo fueron invitados a un tentempié por cortesía del Ayuntamiento. El embutido fue generosamente regado con una limonada de las de antes, que se había preparado el día anterior y que reposaba, bien fresquita, en una tinajita de barro que se había colocado, con una espita, en la Plaza para que se sirviera quien quisiera.
El relevo de este deporte tradicional lo tomó el hombre orquesta, Ignacio Simón, que colocó su instrumental sobre la escalinata de la Plaza Mayor, para hacer bailar a propios y extraños. Simón lleva tocando en esta fiesta desde hace décadas. Este profesor, leyenda de la música alcarreña con el grupo Azimut, que llegó a telonear a Miguel Ríos en los años ochenta, sabe bien qué tecla tocar para hacer mover el esqueleto a los escaricheros. Y así, en buena armonía, terminó la sencilla celebración, con los mayores del pueblo bailando los sones de antes.
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