Según el diario El Mundo
Domingo 05 de junio de 2016
La coalición que encabeza Pablo Iglesias, con el 23,7% de los sufragios, figura ya como segunda fuerza política a 7,3 puntos del PP que, con un 31% de los votos y 130 escaños, volvería a ser el partido ganador de los comicios.
Los grandes damnificados del 26-J según estos resultados serán los socialistas. Su peor pesadilla adquiere tintes funestos, dice El Mundo, porque, si bien su pérdida en porcentaje de votos respecto a las elecciones del 20-D es de 1,7 puntos, el descalabro en el número de diputados que se le atribuiría, y que a la postre es la clave para ejercer poder, sería imponente: el PSOE lograría 77 escaños, 13 menos que los que ha ocupado en la minilegislatura fallida y, sobre todo, tres menos que su rival en la izquierda: Unidos Podemos, la alianza del partido emergente de Pablo Iglesias y la IU de Alberto Garzón, que alcanzaría los 80 diputados, nueve más de los que sumaron ambas fuerzas el 20-D.
Ciudadanos, el partido que lidera Albert Rivera, tampoco revalidaría su cuota en el Congreso. Lograría una décima más en porcentaje de voto que el 20-D -14% frente a 13,9%-, pero en esta ocasión sólo lograría 37 escaños frente a los 40 que consiguió entonces.
Son las cosas de la Ley D'Hondt y de la distribución del llamado último escaño en cada una de las circunscripciones. La fusión por absorción de Podemos e Izquierda Unida no alcanza en votos la suma que lograron cada uno de los dos partidos por separado, pero sí les impulsa lo suficiente como para rentabilizar un buen número de papeletas que en los pasados comicios resultaron inútiles para conseguir un diputado.Podemos y sus confluencias lograron el 20-D un 20,7% de los sufragios y eso les proporcionó 69 escaños en el Congreso.
IU, por su parte, obtuvo el 3,7% de los votos y dos escaños. Juntarse tras las elecciones habría supuesto representar al 24,4% de los votantes con un total de 71 escaños. Ahora, con su alianza preelectoral, el porcentaje de votos que alcanzarían sería del 23,7%, pero sus puestos en la Cámara Baja saltarían hasta los 80.
Con este rédito en diputados, Unidos Podemos se colocaría como segunda fuerza política robándole al PSOE la hegemonía de la izquierda.De cumplirse estos pronósticos, las consecuencias, de puertas adentro, en el Partido Socialista serán fulminantes. Baste recordar que el liderazgo de Pedro Sánchez siempre ha estado sometido a vaivenes y que el último aviso le llegó hace apenas unas semanas cuando la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, advirtió públicamente de que el único resultado aceptable sería ganar. Probablemente la baronesa del sur no se refería tanto a lograr la victoria absoluta batiendo al PP como a impedir el descenso a la segunda división cediendo el liderazgo de la izquierda a Pablo Iglesias.
Y precisamente esto es lo que auguran en las últimas semanas los más variados sondeos. El de Sigma Dos para EL MUNDO pone al PSOE incluso al borde de bajar de la barrera psicológica del 20% de los votos.
La encuesta viene a confirmar también el ascenso claro del Partido Popular, que revalidaría la primera plaza en el panorama político. Superaría la barrera del 30% por un punto -en las elecciones del pasado diciembre se quedó en el 28,7%- y ello le permitiría añadir a su grupo parlamentario siete escaños más, hasta los 130.Con este resultado seguiría situado a años luz de la mayoría absoluta (176 escaños), de manera que sólo llevando a término la gran coalición (PP más PSOE) acariciada por Rajoy sería posible formar un Gobierno sólido.
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