La Casa de la Cultura de Trillo acoge en estos días una exposición muy especial, fruto de miles de horas de trabajo y dedicación por parte de unos 50 alumnos de los cursos de pintura en tela, bolillos, manualidades, patchwork, artesanía en cuero y costura básica. En total, la muestra acoge más de 200 trabajos, muchos de ellos verdaderas obras de arte, dada la calidad de su factura.
Concretamente, estas manualidades son el fruto de un año intensivo de cursos, donde además de aprender cosas nuevas, son momentos donde los participantes disfrutan y pasan el tiempo libre de una manera divertida, consiguiendo formar pequeñas familias que al final les hacen repetir.
La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Trillo, Beatriz Muñoz, señala que “siempre decimos que es importante cuidar y mimar a las asociaciones del municipio, puesto que son ellas las que dinamizan Trillo y las que hacen que los residentes sean particípes de cosas durante todo el año”. Muñoz asegura que “estas manualidades son el fruto de un año intensivo de cursos, donde además de aprender cosas nuevas son momentos donde los participantes disfrutan y pasan el tiempo libre de una manera divertida, consiguiendo formar pequeñas familias que al final les hacen repetir”. “Son el motor de Trillo y siempre tendrán el apoyo desde esta corporación. Ya en el calendario 2016 que impulsamos desde el Consistorio intentamos reflejar en 12 meses todo el trabajo y las actividades que aportan a Trillo las asociaciones, desde el Ampa con los más pequeños, hasta los más deportistas y artesanos con los clubes y asociaciones”.
El curso de pintura en tela, patrocinado por la OMIC, es el más longevo de los que se celebran en el municipio y cuenta con unas diez alumnas actualmente. En la muestra se pueden ver bolsas, colchas, camisetas y otras prendas de vestir y cojines de coloridos estampados. Las flores y detalles vegetales reinan entre los dibujos elegidos, aunque en esta edición también se han colado unas princesas muy rockeras que decoran bonitas camisetas femeninas.
Basilio Pérez, presidente de la Asociación Cultural ‘Amigos de Trillo’, explica que acuden a la exposición con los trabajos de los cursos que han impartido este año: artesanía en cuero y costura básica, si bien también han decidido incorporar algunas de las obras realizadas en marquetería, uno de los cursos realizados durante el invierno pasado.
Como asegura Basilio, algunas de las piezas mostradas llevan muchas horas de trabajo. “Un cinturón labrado puede llevar prácticamente un curso entero, unas 20 horas. Lleva mucho detalle, mucho corte y mucho labrado. Luego hay piezas más sencillas, que en dos horas las has hecho”, describe. Mochilas, pequeñas carteras, bolsos, cuadros labrados en cuero y los citados cinturones son las piezas que se pueden ver en la exposición. En artesanía del cuero lo hacemos todo. Nos traen el patrón hecho ya, pero con el patrón recortamos nosotros las piezas; se cortan, se labran, cada uno hace el dibujo o labrado que quiere, luego se hace el montaje de la pieza, con costuras, y luego también hacemos el teñido”, detalla el presidente de ‘Amigos de Trillo’.
Igualmente minuciosa es la labor que se realiza sobre las piezas realizadas en madera en el curso de marquetería. Cajas, cuadernos decorados con madera y otros pequeños utensilios dan idea del detalle con el que se trabaja este tipo de obras. “Son láminas de madera de 0,6 ó 0,8 milímetros. Escoges una fotografía o el dibujo que quieras hacer y lo vas recortando como si fuera un puzzle, reduciéndolo a piezas. Después tienes que encajarlas todas, que van pegadas. Y luego ya se lija y se pule”, describe Basilio, quien añade que “una caja de este tipo te puede llevar dos meses de trabajo”. Entre estas creaciones, destacan dos cuadernos cuya portada, realizada en marquetería, reproduce dos bonitas estampas de Trillo y Azañón.
Los cursos de la Asociación Cultural han reunido este año a unas 24 personas y la formación ya trabaja en el curso que viene, pues en octubre tiene previsto el inicio de un curso sobre lámparas Tiffany.
Las Amas de Casa ‘Villa de Trillo’, por su parte, acuden a la muestra con los mejores trabajos de sus alumnas de bolillos, manualidades y patchwork. “En bolillos, hay trabajos que cuestan más de un año hacer”, asegura la tesorera de la asociación, Celia Gracia. Abanicos, monederos, bolsos de ceremonia, caminos de mesa, toallas decoradas, collares y pulseras son algunos de los ejemplos de lo que las alumnas de bolillos son capaces de hacer. La profesora del curso, Encarna Llamazares, explica que algunas de las técnicas son más complicadas y trabajosas que otras. “Las flores de guipur llevan mucho más trabajo, cunden menos. La filigrana, sin embargo, va más rápida”.
En manualidades se trabaja la pintura sobre madera con las técnicas de stencil y decoupage; la decoración de figuras de marmolina con acrílico; las aplicaciones con metales; y las figuras realizadas en pasta de papel decorado con servilletas estampadas, además de realizar distintos acabados con barnices de distintas texturas. De este modo, Maribel Carrillo, la profesora, trata de enseñar a sus alumnas distintas técnicas a lo largo del curso, por lo que en la exposición se pueden ver desde cuadros a letras con bonitos mensajes para la decoración de paredes, pasando por cuencos de cristal pintado o decoración navideña.
El patchwork también está de moda en Trillo. La afición por esta técnica de costura que consiste en unir retales para realizar bonitos dibujos o estampados con pequeños trozos de tela consigue aglutinar a 19 alumnas, que han confeccionado varias decenas de trabajos durante el curso, como colchas, bolsos, monederos…