Azañón, Viana y La Puerta celebran sus fiestas de San Antonio

Un año más, los vecinos de las pedanías trillanas de Viana de Mondéjar, Azañón y La Puerta han celebrado la festividad de San Antonio. Se trata de una fiesta local, de honda tradición en las tres localidades en las que se unen las costumbres populares, la celebración religiosa y los actos lúdicos.

Viana de Mondéjar fue la primera en iniciar la celebración. Ya el viernes por la noche, los vianeros disfrutaron de una cena popular seguida de verbena con la actuación de la banda Alquimia. Es la primera vez que el pueblo amplía su fiesta de San Antonio, como cuenta Jesús Rodrigo, alcalde pedáneo: “La Comisión de Festejos este año ha salido nueva y han acordado a bien hacerlo así, dos días de cena y dos días de música. La misa también ha estado acompañada de unos rocieros, y sí, se va completando la fiesta, subvencionada por el Ayuntamiento de Trillo, lógicamente”.

Un año más, las celebraciones religiosas y costumbres tradicionales de San Antonio marcaron la jornada del sábado. A las 11.00 horas, la iglesia parroquial del pueblo acogía la misa y posterior procesión. Tras la subasta de los ramos y el obsequio recibido de parte del Ayuntamiento de Trillo –cojines para todo el vecindario-, los vianeros disfrutaron de un aperitivo popular en una de las fiestas que más fervor despiertan de todo el año en la pedanía trillana, como apunta Jesús Rodrigo. “Aquí siempre ha sido una de las fiestas más grandes del año, a la vez que la Virgen y el Corpus, y la verdad es que siempre ha sido muy bonito. Se tiene mucha tradición para lo pequeñito que es el pueblo”, asegura.

No faltó el reparto de tostones y vino en la plaza del pueblo ya por la tarde. Tras la cena, celebrada en hermandad, la orquesta Syberia puso música al fin de fiesta con su verbena hasta altas horas de la madrugada.

Procesión y subasta de roscas en Azañón.-

El programa de actos en Azañón daba comienzo a las 12.30 horas del sábado con la misa cantada a San Antonio a cargo de la agrupación folklórica Santa Catalina de Tórtola de Henares. Seguidamente, y fiel a la tradición, poco después de las 13.00 horas, el Santo salía en procesión por las calles del pueblo hasta llegar a la Plaza Mayor, donde se celebró la tradicional subasta de las andas y las flores de la imagen.

Ya por la tarde, a las 18.00 horas, se celebró la típica subasta de roscos, en total 25, cuya recaudación se destina a apoyar el mantenimiento de la parroquia. Todos los asistentes pudieron degustar un vino dulce, poniendo fin así a una fiesta “muy arraigada en el pueblo”, como aseguraba el alcalde pedáneo, Roberto Silva. “Siempre ha sido muy tradicional, incluso más que San Juan; yo la recuerdo desde muy pequeñito”.

Por su parte, La Puerta fue el más tardía en comenzar la celebración, haciéndolo con una misa en la tarde del sábado. En esta pedanía trillana también se celebra una subasta, pero, en su caso, es diferente, especial. Además de subastar los palos de la imagen del Santo, en La Puerta se subasta dinero. Según explica la alcaldesa pedánea, Beatriz González, por San Antonio el fondo de la iglesia siempre tenía dinero. “Entonces, el que lo necesitaba se lo quedaba y al año siguiente tenía que devolverlo, era como un préstamo entre vecinos”, describe la alcaldesa. “Siempre se ha usado para eso, ahora ha quedado como algo simbólico y se subasta muy poquito, pero antiguamente sí que se usaba”, añade.

Tras la subasta, los vecinos de La Puerta mantuvieron su tradición de reunirse y comer tostones con vino, terminando su fiesta de San Antonio con una merienda-cena en hermandad.