Froilán la vuelve a liar de fiesta hasta las cuatro y media de la madrugada...y la policía buscándole

El hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar ha regresado a España y lo ha hecho con ganas de fiesta. Tras pasar un año en un internado americano de tipo militar, donde ha sacado buenas notas, Froilán quiere recuperar el tiempo perdido con sus amigos y no ha esperado a cumplir los 18 años que le caen este 17 de julio: pasaban las cuatro de la mañana cuando su padre le envió a la Policía... Pero no le encontraron.

El nieto mayor del rey Juan Carlos salió a dar una vuelta el pasado viernes 10 con un grupo de amigos y terminó en la sesión nocturna de una conocida discoteca madrileña, a pesar de que aún le quedaba una semana para ser mayor de edad. La cuarta persona en la línea sucesoria al trono de España (por detrás de sus primas Leonor y Sofía y de su madre la infanta Elena) ocupó un reservado privado donde no faltaron refrescos, amigas, risas y anécdotas que compartió con sus acompañantes. No sabemos si estaba su novieta, que ya ha presentado a su padre, y de la que su madre ha dicho que "solo es una amiga". Por otra parte, dicen que sus padres están encantados con ella.

Con tanta diversión, al excelentísimo Froilán se le fue al santo al cielo o, por la razón que fuera, se quedó más tiempo de juerga del que se le había permitido. La cuestión es que no quiso irse o tal vez olvidó volver a casa a la hora acordada: todo indica que ni siquiera avisó a don Jaime de Marichalar, y que su padre, dadas las horas, estaba preocupado.

Eran alrededor de las cuatro y media de la madrugada, cuando el exmarido de la infanta Elena llamó a la Policía y pidió a los agentes que fueran a recoger a su hijo a la discoteca y le trajeran de vuelta a casa. Una patrulla se personó en el local pero Froilán, al ver los uniformes, decidió esconderse en una sala privada hasta que se fueron, según informa Europa Press.

Finalmente, Froilán volvió a casa por sus propios medios. A pesar de todo, el enfado de su padre no debió ser histórico o al menos no hubo consecuencias graves, ya que al día siguiente Froilán fue visto de nuevo en el centro de Madrid y entrando otra vez en la misma discoteca.