REDACCION | Viernes 17 de junio de 2016
Según denuncia CSIF la inadecuada gestión política ha provocado que Castilla-La Mancha haya incrementado su deuda pública en 11 millones de euros en el primer trimestre de 2016 hasta situarse en un total de 13.437 millones, un dato alarmante ante el que CSIF considera que se han de tomar medidas urgentes, al mismo tiempo que reclama que las mismas no afecten ni a los empleados públicos ni al conjunto de la ciudadanía, habituales cabezas de turco de los recortes efectuados.
El excesivo gasto de las empresas públicas de Castilla-La Mancha, entre las que sobresale Geacam (Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha) con 67 millones de euros, y el coste desorbitado que supone el número de asesores, así como la creación de proyectos urbanísticos e infraestructuras innecesarias, han supuesto en su conjunto un alarmante crecimiento de la deuda en los últimos años.
En este último apartado casos como el Aeropuerto y el Auditorio Teatro de Ciudad Real, el Barrio Avanzado y Ciudad de Vascos en Toledo o el Bosque de Acero de Cuenca, entre muchos otros, son algunos de ejemplos de una lamentable irresponsabilidad política que han conducido a que los castellano-manchegos se encuentren entre los ciudadanos más endeudados de España.
Mientras tanto, los empleados públicos han sufrido una pérdida retributiva del 30% desde el 2012 y, en la JCCM, siguen perdiendo un 3% del salario todos los meses además de continuar sin percibirse el total de la paga extra sustraída ese mismo año.
Sus derechos laborales se han visto recortados y las ofertas de empleo público son claramente insuficientes. CSIF vuelve a reclamar responsabilidad política y que el aumento de la deuda (más de 572 millones en sólo un año) no afecte a los diferentes sectores de la ciudadanía regional.
Noticias relacionadas