Desde su nacimiento, Podemos ha tenido un problema frente a la opinión pública: Venezuela. Primero fueron los nexos de sus dirigentes con aquel país; después, las cuentas de uno de ellos, Monedero, y luego la posición frente al encarcelamiento de Leopoldo López, opositor a Maduro. De todo ello ha tratado el partido de Pablo Iglesias en documentos internos ahora desvelados. Todas las encuestas del debate a cuatro dieron como ganador a Pablo Iglesias. El líder de Podemos mantuvo la calma y logró colocar sus mensajes con éxito, solo perdió la compostura una vez: cuando Albert Rivera sacó a relucir Venezuela. Entonces Iglesias extravió algo los papeles.No es la última vez que los dirigentes de Podemos tendrán que oír hablar de Chávez, Maduro, Venezuela… De hecho, sus primeros quebraderos de cabeza públicos vinieron por ahí, por las relaciones de sus principales mandatarios con el régimen chavista. Podemos ha tenido dificultades para contrarrestar todos esos mensajes críticos, como demuestran numerosos documentos internos del partido facilitados a esta revista.
El primer asunto que les puso verdaderamente contra las cuerdas fueron las cuentas de uno de sus fundadores, Juan Carlos Monedero.
Era enero de 2015 y saltó la noticia de que Monedero había cobrado más de 400.000 euros de los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua a través de su empresa, Caja de Resistencia Motiva2, un dinero procedente del Banco Alba. Las dudas sobre si el fundador de Podemos había cumplido con sus obligaciones tributarias desataron una tormenta pública. En el partido se elaboró inmediatamente un argumentario para que sus portavoces mantuvieran la misma posición.
El documento empieza reseñando que si Monedero contrató con el Banco Alba a través de una empresa, fue porque así cumplía la política de contratación del banco. Todo bien, si no fuera porque el argumentario refleja en mayúsculas y en color rojo sus dudas: “Pendiente de confirmar, es importante que sea verdad”.El documento hace un recorrido por los distintos escenarios fiscales que se podían dar y afirma que, “ante la duda, se ha optado por la postura de la Administración para minimizar riesgos, por eso se ha regularizado”.
No porque se hubiera pagado de menos anteriormente, sino para “evitar riesgos”. También se explica por qué la empresa de Monedero no es una “sociedad interpuesta típica”, a la que se adjudican gastos personales del socio y salarios para tributar menos.
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