La Villa Ducal inició en la tarde de ayer su viaje en el tiempo hacia el Siglo de Oro, como lleva haciendo desde el año 2001. A partir de las ocho y media de la tarde, cientos de personajes de época salían de sus casas a las calles de Pastrana, en dirección a la Plaza de la Hora, recordando a propios y extraños que la localidad, hasta el próximo domingo, regresa al lapso temporal que discurre entre los años 1569 y 1572, en el que Ruy Gómez de Silva, el I Duque de Pastrana, transformó el urbanismo de la villa, modernizándolo, a imagen y semejanza de las ciudades estado italianas que tan bien conocía.
Correspondió a Javier Gumiel, director de teatro de la Asociación de Damas y Caballeros, una de las protagonistas principales en la confección del programa de actos del Festival Ducal, salir a la balconada del Palacio de Alonso de Covarrubias, para prestarle su voz, quinientos años después de su nacimiento, a Ruy Gómez de Silva, I Duque de Pastrana.
Fue entonces cuando el propio Ruy resumió su idilio con Pastrana. “Del rey Felipe fui amigo, del mío, que no del vuestro, no por ninguna disputa, es que no coincidimos en tiempo. El rey me presento a mi esposa, la que todos conocemos, doña Ana de Mendoza, mujer de belleza y genio, amorosa madre siempre, y fiel esposa en mis tiempos. Ella me dio la alegría, y también algún tormento. Por ella viví Pastrana, y un estado hice de ello. Compre el palacio a su abuela, apaciguando al pueblo, y traje prosperidad, a todos los pastraneros. Hice de pequeña iglesia, colegiata con sus clérigos, que en número de canónigos, sólo supero Toledo”. Desde esa misma terraza, Antonio Manzano, recitó dos poesías, que mostraron, como cada año, la multiculturalidad de la que siempre hace gala de la Villa Ducal.
A continuación, el pregón se trasladó desde el Palacio a las calles del pueblo. De su interior salían personajes de época, como si el contacto con sus paredes hubiera permitido a los pastraneros regresar, siquiera por unos días, al Siglo de Oro para conocer personalmente al duque. Desde allí, precedidos por la Banda de Música de Pastrana, que este año ha hecho un trabajo extraordinario con la que quizá sea su sección más destacada, la percusión, llevaron sus entremeses teatrales por todo el pueblo, comenzando por la Plaza de los Cuatro Caños.
Con los personajes ya de vuelta en Palacio, comenzaba el acto más importante del inicio de festival: la entrega del premio 'Princesa de Eboli', que en 2016 ha llegado a su cuarta edición. Tomó la palabra el alcalde de Pastrana, Ignacio Ranera. El regidor recordó a los tres premiados anteriores, e hizo hincapié en que el segundo, Ciriaco Morón, estudió precisamente con los franciscanos, que iban a ser distinguidos a renglón seguido.
Recordó Ranera al párroco de Pastrana, Mariano Pérez Cuenca, quizá el primero que advirtió que el patrimonio religioso lo era también cultural, ya en la época de la Desamortización de Mendizabal. “Gracias a él tenemos escrita la historia de Pastrana, y lo que es igualmente importante, conservamos el sentimiento de amor por nuestro patrimonio que él supo inculcarnos”.
El regidor dio paso entonces a otra de las premiadas, la profesora de la UNED Esther Alegre, que se encargó de glosar históricamente las razones de la concesión del premio “a una ilustre conciudadana de Pastrana como es la Orden Franciscana”, subrayó. La docente recordó que la llegada a Pastrana de la Orden Franciscana y la fundación de un colegio de misioneros de la provincia de San Gregorio de Castilla permitió que el antiguo convento de San Pedro se sobrepusiera a la desaparición y dio inicio la apertura de una no menos intensa e interesante etapa temporal.
Desde el mismo momento de la exclaustración de los carmelitas, en 1836, un grupo de personas, encabezado por Mariano Pérez Cuenca, como párroco, Hipólito Somalo como arcipreste, y apoyado por el Ayuntamiento de Pastrana y por particulares, iniciaron complejos trámites y gestiones encaminadas a preservar el magnífico edificio del Convento de San Pedro y su conjunto patrimonial y espiritual. Después de años de abandono, con la demolición y la dispersión de su legado en el horizonte, en 1845 se abrió un resquicio de esperanza. El gobierno del momento permitió ungir el renacimiento de la Orden Franciscana y en concreto de la provincia de San Gregorio Magno de Castilla, por su dedicación misionera y debido a la premura de mantener la presencia colonial española en Filipinas, Marruecos, Cuba o Puerto Rico.
Mariano Pérez Cuenca ideó la única fórmula para salvar el Convento, y con ello el legado carmelita, lograr que una comunidad religiosa, lo volviera a ocupar. En 1852 se abrió el colegio de Misioneros de la provincia de San Gregrorio de Filipinas. Inicialmente fue en Aranjuez, pero el lugar habilitado era pequeño y poco adecuado. “Fue en este momento cuando encajaron y maduraron las gestiones que se habían llevado a cabo en años anteriores. En 1855, los franciscanos solicitaron permiso a Isabel II para trasladarse a Pastrana e instalarse en el Convento de San Pedro, que renombraron como de El Carmen. Lo hicieron manteniendo con celo y respeto el legado carmelita, el material y en el espiritual. “Especialmente admirable fue su determinada dedicación a la enseñanza y su implicación en la vida local”, recordó Alegre. Así, el 17 de septiembre de 1855 salió de Pastrana la primera misión para Manila con 17 religiosos, siete de ellos nacidos en Pastrana, a las que siguieron muchas más. La orden luchó siempre por permanecer en Pastrana y por conservar el legado histórico que recibieron en beneficio de la localidad. “La rica memoria carmelitana se la debemos a los franciscanos. En este momento, nos toca a nosotros, a la gente de Pastrana de hoy, conservar, proteger y velar la memoria franciscana”, terminó la profesora.
A continuación Ignacio Ranera le entregó la distinción a José María Sainz, vicario general de la provincia de la Inmaculada Concepción, heredera de la de San Gregorio de Castilla. Sainz afirmó recoger el premio en nombre de cientos de franciscanos que han trabajado en los seis últimos siglos. “A ellos, a nosotros, se les reconocen muchas cosas, lo primero el cariño, la defensa del patrimonio y la promoción cultural de la villa ducal, pero también la preparación humana y cultural de religiosos y seglares durante siglos, y también los sucesivos arreglos del convento del Carmen, la creación y remodelación del museo teresiano y de ciencias naturales, y últimamente la cesión del inmueble al Ayuntamiento, y a Pastrana para su conversión en el Museo del V Centenario”.
Por último tomó la palabra fray Alejandro Rodríguez, que habló sobre la labor franciscana en Pastrana que el vivió en primera persona durante largos años que residió en la villa.
La Banda de Pastrana le puso el broche de oro al acto con la interpretación de una pieza llamada 'La leyenda de Irlanda', en la que de nuevo sobresalió la sección de percusión.
Viernes, 15 de Julio
11:30h - Romances, títeres y sainetes. Animación de calle a cargo del grupo de Títeres del Festival Ducal.
Inicio: Plaza de los Cuatro Caños.
12:00h - Inauguración del Mercado Renacentista
Lugar: Plaza de la Hora.
13:00h - Inauguración de la exposición de Trajes de la Asociación de Damas y Caballeros.
Lugar: Patio del Palacio Ducal.
20:00h - Concierto vocal polifónico renacentista “Missa supra Sancta Maria” de Petrus Fernández Buch. A cargo del coro de cámara The Labyrubth of voices Lugar: Iglesia-Colegiata.
23:00h - “Ruy el caballero” Espectáculo poético-coral Asociación de Damas y Caballeros y la Coral “La Paz”.
Lugar: Plaza del Deán.
Sábado, 16 de Julio
11:30h - Romances, Títeres y Sainetes.
Animación de calle a cargo del grupo de títeres del Festival Ducal.
Inicio: Plaza de los Cuatro Caños.
13:00h - Ruy Gómez de Silva: “De privado de Felipe II a señor de vasallos” a cargo de D. Aurelio García López.
Lugar: Caballeriza del Palacio Ducal.
21:30h - Pregón y Pasacalles: Pastrana, S.XVI.
“Retablo Judío y Morisco”. Asociación de Damas y Caballeros. ·
“Música en los balcones”. Banda de Música de Pastrana.
Lugar: Plazas y calles del Casco Histórico.
23:00h - La Pastrana de Ruy Gómez. Espectáculo audio-visual con motivo del V Centenario del nacimiento de Ruy Gómez de Silva.
Lugar: Fachada del Palacio Ducal.
Domingo, 17 de Julio
11:45h - Salida de la Corte hacia la Colegiata.
Lugar: Palacio Ducal
12:00h - Solemne función religiosa en latín.
Lugar: Iglesia - Colegiata.
13:00h - Regreso de la Corte a Palacio.
Lugar: Iglesia - Colegiata.
22:00h - Representación teatral “La Dama de Alba” de Alejandro Casona, a cargo del Grupo de Teatro “Moratín”.
Lugar: Plaza del Deán