Los primeros han vuelto a ser los primeros. Así puede definirse el nuevo proyecto del Restaurante Miguel Ángel, el más antiguo de Guadalajara, en su apuesta pionera en la ciudad para adaptarse a los nuevos tiempos y su nueva forma de disfrutar de la comida.
Para ello ha realizado una importante reforma, en la que ha creado tres espacios diferentes, todos ellos integrados en un mismo concepto gastronómico. Así, cuenta con un renovado espacio de barra, ampliado con una nueva zona de mesas bajas y seguido por el comedor de siempre.
De esta manera, uno de los establecimientos hosteleros con más solera de Guadalajara se coloca de frente ante las nuevas necesidades de sus clientes. “Hemos entendido el nuevo prisma, las nuevas tendencias en cocina, pero seguimos manteniendo lo mejor de lo de siempre”, afirma Miguel Ángel Guerrero. “Igual que ahora se fusionan diferentes tipos de cocina en un mismo plato, ya sea clásica o de vanguardia, hemos querido implementar nuestra decoración de siempre con un toque más actual, pero sin perder nuestra esencia”, añade.
Y es que ese cambio en el espacio ha venido acompañado de una renovación total en la carta, con el objetivo de “informalizarla”. Raciones o medias raciones para compartir, poder elegir entre sentarse, mesa alta o barra, disfrutar de las primeras copas de la noche… Todo ello con un mismo objetivo: hacer de una comida o una cena en el Restaurante Miguel Ángel una experiencia más divertida. “Queremos abrir el abanico de edad de nuestros clientes, llegar a la gente más joven”, explica Guerrero.
Este nuevo punto de partida del Restaurante Miguel Ángel tendrá su continuidad con diferentes catas a la vista, previstas próximamente en la zona de barra. Así, los Guerrero quieren homenajear aquello que les ha caracterizado a lo largo de sus décadas de historia: la calidad de los productos con los que trabajan.