Sábado 10 de septiembre de 2016
Prácticamente 3 de cada 4 españoles rechazan la posibilidad de que se celebren nuevas elecciones, y señalan como únicos responsables de la situación de bloqueo a los dirigentes políticos. Decepción, engaño, malestar, indignación, cansancio y vergüenza son las respuestas espontáneas obtenidas en el sondeo de Metroscopia realizado para EL PAÍS. La mayoría de los electores se reafirma en su preferencia por el multipartidismo. La culpa de que no funcione, dicen, es de quienes son incapaces de pactar.
Los primeros sentimientos que vienen a la cabeza de los españoles, cuando son preguntados por la situación política actual, son dos, que normalmente van siempre de la mano: decepción y engaño. Así contesta, sin que la respuesta haya sido inducida, un 44% de los consultados por Metroscopia. Una cifra alta, y extendida en todo el espectro ideológico, porque el porcentaje es muy similar entre los votantes de los cuatro principales partidos.
Les siguen, en proporciones ya bastante menores, otra serie de sustantivos que reflejan en su conjunto un estado de ánimo negativo. Malestar (14%), indignación (11%), hartazgo (7%), y el que debería preocupar más a los políticos, vergüenza (6%). Ya decía Josep Tarradellas que en política se puede hacer de todo menos el ridículo.
Y sin embargo, da la impresión de que los españoles no pierden la calma. No surgen de los encuestados por Metroscopia respuestas hirientes, ofensivas o vejatorias dirigidas hacia alguna figura o institución. No hay atisbo de rabia o de cuestionamiento indiscriminado hacia el sistema. No ven, en su mayoría, ningún problema con el modo en que está organizado el andamiaje democrático. Son los responsables de que funcione correctamente, los líderes políticos, los que no están actuando y desempeñando sus funciones como deberían. Así lo cree un 58% de los electores.
No a nuevas elecciones
Entre las diferentes posibilidades o combinaciones en boca de todos para desenredar el nudo gordiano en que se ha convertido la realidad política española, la que más rechazo provoca es la de cortarlo de un tajo. Los ciudadanos no quieren acudir de nuevo a las urnas para ser ellos los que resuelvan la tarea que ya encargaron a sus representantes. Un 71% de los encuestados descarta tajantemente esta solución. Es una convicción mayoritaria. Incluso entre los votantes de Unidos Podemos, más proclives a cuestionar el funcionamiento de las instituciones, son muchos más (56%) los que no quieren una nueva convocatoria electoral.
Nada de lo ocurrido durante casi nueve meses de esfuerzos inútiles, escenografías para el despiste y reproches mutuos entre los diferentes partidos ha hecho cambiar a los españoles de la decisión que tomaron el 20-D y repitieron el 26-J: su preferencia por un sistema multipartidista. Son muchos más (67%) los que siguen pensando que lo mejor es que existan varios partidos de tamaño similar. Aunque ese escenario haga más difícil la formación de Gobiernos, dicen, se consigue a cambio un mayor pluralismo en el Parlamento. Frente a esa convicción, tan solo un 30% de los españoles cree sin embargo mucho mejor que todo siga como antes, y que el poder se dispute entre dos grandes partidos. Así es mucho más fácil, concluyen, que todo eche a andar, aunque se sacrifique a cambio el deseado pluralismo.
La excepción a esta opinión mayoritaria está en los votantes del Partido Popular. En su caso, son notablemente más (59%) los que prefieren que la pugna política siga siendo cosa de dos.
La mitad de los ciudadanos culpan del bloqueo al PSOE.-
Los principales partidos han dedicado gran parte del tiempo transcurrido desde la misma noche del 26-J hasta hoy a reprocharse mutuamente el atasco político. De momento, al menos en la opinión general de la ciudadanía, el PSOE va perdiendo.
Un 51% de los consultados por Metroscopia en el sondeo realizado para EL PAÍS creen que la formación que dirige Pedro Sánchez es la que más dificultades está poniendo en estos momentos para que se pueda formar un Gobierno.
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